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Reportaje:

Euforia en Trafalgar Square

Miles de británicos expresan su júbilo en el centro neurálgico de Londres

"Nos traemos para casa el mejor premio deportivo. Estoy en éxtasis, éste es nuestro momento de gloria", afirmaba desde Singapur el ex campeón olímpico y director del proyecto londinense, Sebastian Coe. Entre tanto, en Escocia, a donde había viajado para asistir a la reunión del G-8, Tony Blair no se atrevía a escuchar en directo el anuncio final... "¡It's London!", anunciaba el presidente del Comité Olímpico Internacional, el belga Jacques Rogge. Y en Trafalgar Square, en el corazón de la capital británica, se desplegaba un enorme cartel con la palabra "Gracias", y empezaba a correr el champán.

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Llovía confeti y agua junto a la columna de Nelson, fruto en parte de la alegría de los miles de personas allí congregados y del oscuro y nublado día. Dos veces había albergado ya Londres unos Juegos Olímpicos, en 1908 y 1948. 64 años después el espíritu olímpico volverá a las orillas del Támesis, arropado por mitos deportivos como Steve Redgrave, Cathy Freeman y Jonathan Edwards, y por el icono mundial del deporte, el futbolista del Real Madrid David Beckham.

"Es la oportunidad más fantástica que podríamos imaginar para hacer todo lo que siempre hemos soñado con el deporte británico", ha explicado Coe, el verdadero responsable junto a Blair de este triunfo. El primer ministro añadía desde Escocia: "En este trabajo no hay muchas oportunidades para dar un puñetazo al aire, dar un brinco y abrazar a la persona que tienes a tu lado".

Brincos, saltos y puñetazos llovieron por doquier en Singapur y en Trafalgar Square, el lugar elegido para celebrar la eventual victoria y no por casualidad, pues allí se alza, sobre una altísima columna, la estatua de navegante que en 1805 derrotó a las fuerzas combinadas de España y Francia en la este año recordada batalla naval de Trafalgar.

Cuatro votos han desatado la alegría, los cuatro votos que han derrotado a París en la votación final. "Es simplemente increíble", afirmaba la doble campeona olímpica Kelly Holmes. "Ha sido tan desquiciante; no me lo puedo ni creer. Va a cambiar el Reino Unido para siempre", añadía eufórica. Tessa Jowell, la Secretaria de Cultura, Deporte y Medios de Comunicación, señalaba una de las claves del triunfo: "Llegamos desde la nada para ganar los Juegos Olímpicos". Y es que Londres estaba casi desahuciada hace unos meses, muy por detrás de Madrid y París, envuelta en escándalos de corrupción; pero desde que Coe tomó la batuta la remontada ha sido espectacular.

En los últimos meses la candidatura ha logrado el apoyo del Gobierno de Blair y sobre todo de los londinenses, y con estos mimbres se ha plantado en Singapur preparada para ganar. Fuentes gubernamentales han indicado cuál ha sido la estrella más pujante de estos últimos días, la que ha dado el empujoncito final. No ha sido Tony Blair, ni David Beckham ni Sebastian Coe... Ha sido Cherie Blair, la esposa del primer ministro.

Escenas de alegría en el centro de Londres.
Escenas de alegría en el centro de Londres.EFE

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