_
_
_
_
Reportaje:

"No soy un animal"

Un asesino en serie se convierte en el primer ejecutado en Connecticut en los últimos 45 años

Tras pasar 18 años en el corredor de la muerte por el asesinato de ocho adolescentes, Michael Bruce Ross, se ha convertido en el primer reo ejecutado en el Estado de Connecticut en los últimos 45 años. Michael rechazó las apelaciones de sus abogados y aceptó su condena de buen grado. Siempre negó ser un perturbado y en una ocasión escribió: "No soy un animal".

Los tribunales condenaron a una pena superior a los 300 años de prisión para este asesino en serie, acusado de estrangular a primeros de los años 80 a ocho chicas adolescentes y una mujer joven, en algunos casos con el agravante de rapto. Hasta ese momento Michael había sido un respetable y discreto diplomado en la Universidad de Cornell que se dedicaba a la venta de seguros.

Los esfuerzos de sus abogados de oficio, de su familia y de numerosas organizaciones de ciudadanos contra la pena de muerte han sido en vano. Hace un año, cuando Michael fue sentenciado a la pena capital por inyección letal, el reo negó cualquier acción en su defensa. Afirmó que aceptaba la pena como una manera de aliviar la vida de las atormentadas familias de las chicas asesinadas.

Nada que decir

Durante el proceso judicial, el propio Michael, de 45 años, puso empeño en demostrar que no era ningún perturbado mental y logró convencer al tribunal que en todo momento fue un hombre plenamente consciente de sus actos, pese a que los psiquiatras afirmaron que padecía instintos suicidas y que presentaba un cuadro de evidente trastorno al ver que era incapaz de demostrar ante el mundo que no era ningún monstruo. De hecho, en una de sus notas escritas en prisión, Michael afirmó: "No soy un animal".

A la ejecución de Michael Bruce Ross, la pasada madrugada, han asistido unas 20 personas, entre las que se encontraban familiares de algunas de las víctimas del reo. Durante el proceso, Michael ha cerrado los ojos evitando mirar a los testigos de su muerte. Ni siquiera pudo dirigir unas últimas palabras antes de recibir la inyección letal.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO
En la imagen, el asesino en serie confeso Michael Ross, ejecutado en Connecticut.
En la imagen, el asesino en serie confeso Michael Ross, ejecutado en Connecticut.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_