Jack, destripador y ¿marinero?
Una nueva investigación concluye que el famoso asesino pudo ser un marinero que también cometió sus crímenes en Nicargua o Alemania
Una nueva teoría pretende explicar quién fue en verdad Jack el Destripador. Trevor Marriott, un antiguo detective de la policía británica, cree que el asesino de mujeres más famoso en la historia del Reino Unido fue tal vez un marinero que no limitó sus crímenes al Londres victoriano sino que los continuó en países extranjeros como Nicaragua o Alemania.
Según publica hoy el diario The Guardian, esta teoría explicaría una serie de asesinatos ocurridos en Managua en enero de 1889 y que la prensa de la época calificó como "seis de los más atroces asesinatos cometidos nunca en los límites de esta ciudad". The Times en aquellas fechas publicó que las víctimas del asesino de Managua habían sido mutiladas y totalmente desfiguradas. Lo mismo que había ocurrido poc antes con las asesinadas por Jack el Destripador en la capital británica.
Utilizando las más modernas técnicas de investigación, Marrito ha dedicado dos años a revisar todos los documentos aportados por la policía y los médicos forenses de la época en relación con la muerte nunca aclarada de cinco prostitutas londinenses en 1888. Sus conclusiones, que se publican en un libro titulado Jack the Ripper: the 21st Century Investigation, van en contra de la teoría más extendida hasta ahora según la cual el asesino era un diestro cirujano.
El último en sostener esta última teoría es un británico llamado Tony Williams que acaba de publicar también un libro titulado El tío Jack en el que afirma que un antepasado suyo, Sir John Williams, famoso cirujano y amigo de la Reina Victoria fue el asesino. Según éste, el arma con el que el sádico asesinó y luego extrajo las víctimas de sus cinco víctimas londinenses es un bisturí que se guarda en la Biblioteca Nacional de Gales, fundada por el cirujano.
A bordo del 'Sylph'
Frente a la teoría de Williams, el policía jubilado Marrito señala en su nuevo libro que el lugar -no lejos de los muelles de Londres- y la fecha de los asesinatos -espaciados por varias semanas- indican que pudo tratarse de un marino mercante. Marriott cree incluso haber identificado el barco en el que llegó a Londres, el Sylph, un carguero de 600 toneladas que arribó a las costas inglesas procedente de Barbados en julio de 1888, antes de que fuera asesinada la primera de las víctimas del Destripador, Mary Ann Nichols. El buque regresó al Caribe el 22 de noviembre, dos semanas después del asesinato de la también prostituta Mary Kelly, ocurrido el 8 de noviembre de 1888.
Una de las conclusiones del ex policía es que Jack el Destripador no tuvo por qué ser un diestro cirujano como le presentan normalmente porque sólo en dos casos el asesino extrajo con precisión casi quirúrgica las vísceras de las vidas. Según Marriott, nadie ha sabido explicar tampoco de modo convincente por qué se interrumpió de pronto la cadena de asesinatos: la mayoría de los expertos creen que el asesino fue encarcelado por otros crímenes o incluso que murió.
El ex policía cree que Jack el Destripador pudo haber sido el asesino de las seis víctimas de Managua en enero de 1889, pero también responsable del asesinato en Londres, el 17 de julio de ese mismo año, de una sexta prostituta, Alice McKenzie, crimen que no se le había atribuido, sin embargo, hasta ahora.
Si Marriott tiene razón y el Destripador fue un marino mercante, se explicaría asimismo, según The Guardian, una información publicada por el periódico Washington Star, fechado el 18 de octubre de 1889 en la ciudad alemana de Hamburgo. En aquel despacho se daba cuenta del descubrimiento del "cuerpo mutilado" de una mujer en Flensburg, puerto alemán que tenía enlaces frecuentes con Londres, y su autor se preguntaba si Jack el Destripador no habría abandonado Inglaterra para continuar sus crímenes en Alemania.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.