La muerte de tres jóvenes palestinos por soldados israelíes amenaza con destruir la tregua

La tensión creada por la amenaza de los ultraderechistas judíos de marchar mañana por la Explanada de los Mezquitas, ante la que los palestinos han advertido que podría desencadenar una nueva Intifada, ha estallado a kilómetros de distancia y por un suceso al parecer aislado pero que podría destruir la tregua pactada por los grupos radicales palestinos en marzo. La Yihad Islámica se ha apresurado a asegurar hoy que ya no se siente obligada a respetarla, tras la muerte de tres adolescentes tiroteados por el Ejército israelí.

Una patrulla de soldados israelíes ha matado a tiros a tres adolescentes palestinos en la ciudad de Rafah, situada al sur de la franja de Gaza y cerca de la frontera con Egipto, según han informado fuentes hospitalarias. Según la versión de testigos del incidente, los jóvenes jugaban cerca del límite de los territorios palestinos con Israel y junto a la base del Ejército israelí en el campo de refugiados de la localidad; por motivos desconocidos, los soldados han disparado contra los chicos, que no llevaban armas. La versión israelí dada por una fuente militar indica que las víctimas se acercaron al límite territorial y no obedecieron a las órdenes de alto, por lo que se disparó contra ellos.

Los tres adolescentes son Ashraf Musa, de 14 años; Kamal Ganam, de 16 años; y Hasan Abú Zeid, que ha muerto tras ser hospitalizado en el centro José el Carpintero. Otras fuentes mencionadas por las agencias de noticias Efe y Reuters indican sin embargo que este joven no ha fallecido. Los militantes palestinas han respondido al incidente con disparos de mortero contra asentamientos judíos en la Franja de Gaza; fuentes militares han explicado que hasta siete bombas han estallado en las colonias, sin causar heridos.

El portavoz del grupo radical Yihad Islámica, Abu Abdallah, ha afirmado poco después: "Las Brigadas de Jerusalén están libres de cualquier compromiso de calma después de que Israel derramara la sangre de jóvenes palestinos". Y por si cabía alguna duda ha añadido: "Esto significa que ya no estamos obligados a respetar la tregua", en referencia al alto el fuego acordado por todos los grupos palestinos el 17 de marzo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas; éste a su vez había logrado un pacto de paz con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, el 8 de febrero. Sin embargo, un alto dirigente de la Yihad Islámica, Mohammed al Hini, ha afirmado poco después: "Hasta el momento, las facciones palestinas no han declarado el fin de la calma... pero están estudiando el tema dadas las continuas agresiones sionistas".

Además, la frágil estabilidad alcanzada con estos acuerdos vive este fin de semana estremecida por la amenaza de cientos de extremistas israelíes de realizar una protesta en la Explanada de las Mezquitas, lugar santo para musulmanes y judíos pues en ella se encuentra la mezquita de Al Aksa y el Muro de las Lamentaciones. El ministro de Seguridad Pública israelí ha afirmado hoy que la policía impedirá a los extremistas entrar en la zona para protestar contra el plan de retirada de Gaza diseñado por Ariel Sharon. Una visita a esa zona del primer ministro cuando aún no lo era, en septiembre de 2000, desencadenó la segunda Intifada, cuatro años de enfrentamientos que parecían haber acabado con los pactos de febrero y marzo.

Cerca de 10.000 palestinos, partidarios en su mayoría de los grupos fundamentalista Hamás y Yihad Islámica, se han manifestado hoy en Gaza y Cisjordania al grito de "sólo entrarán en Al Aksa por encima de nuestro cadáver". El portavoz del primero, Ismail Haniyye, ha amenazado con fuertes represalias si los manifestantes judíos llegaban hasta la zona que consideran sagrada.