El primer ministro de Kosovo presenta su dimisión tras ser acusado de crímenes de guerra

El primer ministro de Kosovo, Ramush Haradinaj, ha anunciado esta mañana su dimisión tras ser acusado por el Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia de crímenes de guerra. Haradinaj, que asegura ser inocente, fue uno de los comandantes más sanguinarios de la guerrilla independentista albanesa, el UCK, entre 1998 y 1999. Por el temor a que se produzcan altercados, la OTAN ha reforzado su despliegue en la región con el envío de 500 soldados británicos.

La acusación formulada por el Tribunal de La Haya pone en riesgo el delicado equilibrio de Serbia y Montenegro, un país en el que Kosovo conforma un territorio autónomo bajo protectorado de Naciones Unidas. Ante el temor de que se produzcan protestas o altercados, la ONU ha elevado su nivel de alerta y la Alianza Atlántica, responsable de la fuerza especial Kfor, envió anoche 500 soldados británicos de refuerzo. "Hay indicadores de que la situación de la seguridad no es tan buena como debería", ha dicho la capitana Sarah Erikson, portavoz de la OTAN en Pristina.

En una comparencia pública esta misma mañana, Haradinaj se ha mostrado dispuesto a colaborar con el Tribunal de La Haya para demostrar su inocencia, aunque al mismo tiempo ha asegurado que la creación de esta institución fue "error" porque trata de igual forma "a los libertadores y a los agresores que destruyeron naciones enteras y redujeron la región a ruinas". El hasta ahora primer ministro ha insistido en la reivindicaciones independentistas para Kosovo y ha asegurado que su enjuiciamiento responde a un "arreglo" con el Gobierno de Belgrado a cambio de que entregaran a "algunos criminales serbios".

Líder guerrillero

Haradinaj, de origen albanés, tiene un extenso pasado delictivo en Francia y Suiza. Después de un breve paso por la Legión Extranjera, se sumó a las fuerzas del UCK en las que, entre 1998 y 1999, llegó a ser comandante en la región de Pec, Decani y Djakovica. En ese tiempo se destacó por su participación en episodios de extrema violencia contra civiles serbios.

De un incidente con una patrulla de soldados rusos integrados en la Kfor, en 2000, a Haradinaj le ha quedado una cicatriz en la cara. La investigación quedó tapada entonces por presiones de Estados Unidos, que por aquellos días contaba con Haradinaj como pieza de su política en Kosovo.

El Tribunal de La Haya ya le interrogó en calidad de testigo en noviembre de 2003 en relación con los crímenes cometidos durante la guerra de Kosovo. Tan solo un mes después, el Parlamento de la región le nombró primer ministro por una abrumadora mayoría de 72 votos contra tres a pesar de que su partido, la Alianza por el Porvenir de Kosovo (AKK), era sólo la tercera fuerza del arco parlamentario. La razón para su nombramiento radica en el acuerdo que alcanzó con el presidente kosovar, Ibrahim Rugova, que siempre fue observado con recelo por la comunidad internacional.