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Condenados a cárcel tres soldados británicos por malos tratos a prisioneros en Irak

Los uniformados también son expulsados del Ejército

Un tribunal militar de Osnabruck (norte de Alemania) ha condenado a tres soldados británicos a entre cinco meses y dos años de cárcel por malos tratos infligidos a prisioneros iraquíes, han informado los medios del Reino Unido.

El tribunal los había declarado este miércoles culpables de maltrato por su actividad en Basora (sur de Irak) durante 2003, donde se halla desplegado el grueso de las tropas británicas. Los tres militares han sido también expulsados del Ejército británico "con deshonra" por el magistrado que juzgó su caso, que ha estimado que eran responsables de lo que hacían y que por ello no merecen clemencia.

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El cabo Daniel Kenyon, de 33 años, ha sido condenado a 18 meses de detención y el soldado de primera Mark Cooley, de 25 años, fue el que recibió una sentencia mayor, el máximo posible de dos años de cárcel. El tercer acusado, el soldado de primera Darren Larkin, de 30 años, recibió del tribunal una pena de cinco meses de cárcel por agredir a un recluso iraquí. Los soldados, del Primer Batallón del Regimiento Real de Fusileros, fueron condenados por un tribunal integrado por siete altos oficiales castrenses y el auditor militar Michael Hunter.

Kenyon y Cooley fueron declarados culpables este miércoles, en relación con los malos tratos propinados a civiles iraquíes detenidos en Camp Bread Basket, un campo de ayuda humanitaria próximo a Basora. Kenyon fue acusado de complicidad y ayuda en una paliza asestada a un preso iraquí y de no informar de un incidente en el que varios soldados que estaban a sus órdenes obligaron a dos reclusos a simular un acto sexual. Por su parte, Cooley fue condenado por haber simulado que golpeaba a un detenido y haber atado con cuerdas a otro a un elevador de un camión.

Sin embargo, el tribunal exoneró a ambos militares del cargo de forzar a varios iraquíes a posar en fotografías fingiendo actos sexuales. Darren Larkin, por su parte, ya admitió hace semanas su culpabilidad al reconocer que era el hombre que aparece en una foto de pie sobre un preso iraquí tumbado y atado en el suelo.

Unas fotos reveladoras

Este proceso judicial, que empezó hace cinco semanas, se ha basado en 22 polémicas fotos en las que se veía a civiles iraquíes sometidos a vejaciones por parte de soldados del Reino Unido, lo que ha causado conmoción en este país. Las instantáneas fueron tomadas por la cámara del soldado británico Gary Bartlam, de 20 años, y descubiertas casualmente por un empleado de una tienda de revelados en Tamworth (centro de Inglaterra), tras haber sido depositadas allí por ese militar.

Esas imágenes, captadas en mayo de 2003, causaron un escándalo en el Reino Unido y fueron descritas por la prensa como el "Abu Ghraib británico", en alusión a la cárcel homónima cerca de Bagdad en la que soldados de EE UU torturaron a presos iraquíes.

Bartlam ya resultó condenado este enero a 18 meses de reclusión en un centro de detención de jóvenes y expulsado del Ejército, en un juicio que tuvo lugar en Bergen-Hohne (norte alemán) y que fue el primer pleito contra un militar británico por abusos en Irak. El proceso judicial de Osnabruck es el primero de carácter público abierto contra miembros del Ejército británico, tras varios juicios celebrados contra soldados estadounidenses en algunas bases de EE UU en Alemania.

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