Israel no derribará las casas de las familias de los terroristas al concluir que sólo genera odio
El Ministerio de Defensa anuncia su decisión en atención al informe de un comité de expertos que concluyó que con esta política no ayudaba a evitar atentados
El Gobierno israelí ha decidido poner fin a su política de castigo contra las familias de los terroristas palestinos que cometen un ataque suicida, a las que dejaba sin hogar al derribar sus viviendas. Así lo ha anunciado mediante un comunicado hecho público hoy el Ministerio de Defensa; según el diario israelí Haaretz, un comité de expertos a sueldo de ese organismo concluyó que los resultados de esta política —encaminada a impedir nuevos atentados— no salían a cuenta frente al odio y la hostilidad que despertaba entre los palestinos.
La organización de derechos humanos israelí B'Tselem calcula que desde el inicio de la segunda Intifada, en septiembre de 2000, el Ejército israelí ha demolido o dinamitado 675 viviendas en Gaza y Cisjordania, dejando sin casa a 4.239 personas. Según Haaretz, entre el verano de 2002 y el de 2004 se tiraron abajo 270 hogares, la mayoría en Cisjordania.
La decisión del ministro de Defensa, Shaul Mofaz, atiende pues a las recomendaciones del comité de expertos mencionado por el diario israelí, que fueron entregadas la semana pasada al Estado Mayor de la Defensa israelí. Ante la pregunta de si esta política estaba logrando objetivos a la hora de evitar que los palestinos cometieran nuevos atentados, el comité concluyó que no estaba probado que así fuera, excepto en un puñado de casos, y que, por el contrario, el daño causado por estas medidas era mayor que sus beneficios, debido a la mencionada hostilidad y odio hacia Israel que provocaba.
Regreso de un grupo de deportados en Gaza
Un primer grupo de aproximadamente 16 palestinos que Israel deportó a la franja de Gaza desde Cisjordania durante cuatro años de conflicto podrán volver a sus hogares a partir de mañana, según han informado responsables de seguridad. Esta primera repatriación es un gesto de apertura a los palestinos, que Israel acordó a principios de este mes como parte de un paquete de medidas para reanudar las conversaciones de paz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.