La OMS advierte del riesgo de una epidemia de malaria en Banda Aceh

Los organismos internacionales de ayuda han advertido hoy del peligro de la propagación de enfermedades en la provincia indonesia de Aceh, una de las zonas más afectadas por el maremoto que el pasado 26 de diciembre mató a más de 160.000 personas en siete países del sureste asiático. La Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, ha sido pesimista en su diagnóstico al señalar las altas probabilidades de que la malaria haya afectado ya a segmentos de la población indonesia. Para atajar esa posibilidad, técnicos de la OMS han comenzado a fumigar varias áreas de Banda Aceh, la capital de la provincia donde se hacinan los supervivientes, para matar al mosquito responsable de la malaria, que ya azotó esa región en el pasado.

"Estamos intentando prevenir una epidemia...pero puede que sea demasiado tarde", ha dicho Richard Allan, director de la Iniciativa Mentor, un grupo público que batalla contra la malaria. Allan ha dicho que si no se toman medidas inmediatas, la enfermedad podría diezmar aún más a la castigada población indonesia, y sólo en la región de Aceh 100.000 personas morirían de malaria, según informa la cadena estadounidense FOX en su página en Internet.

Aunque la ayuda internacional ha empezado a distribuirse entre la población de Banda Aceh, que ya cuenta con agua potable y comida, Naciones Unidas ha informado del incremento de muertes de niños afectados por neumonía, un peligroso precedente para que otras enfermedades comiencen a hacer estragos entre la población.

Margareta Wahlstrom, coordinadora de la ONU para el desastre, ha asegurado que no se puede bajar la guardia y que el objetivo ahora es prevenir el brote de enfermedades contagiosas en Aceh. "No hay alarmas que suenen, pero no podemos reducir nuestros esfuerzos; la amenaza sigue ahí", ha dicho durante una rueda de prensa en Yakarta tras visitar Banda Aceh.

"Mientras un largo número de personas sigan viviendo en grupos donde no tienen acceso a servicios sanitarios de calidad, la atención tiene que seguir a un alto nivel", ha dicho esta responsable. Cerca de 700.000 personas se quedaron sin hogar en Aceh a consecuencia de la gran ola. Muchos de esos supervivientes viven ahora en campos de refugiados instalados en las cercanías del aeropuerto de Banda Aceh.

La ayuda extranjera

En uno de los hospitales de la capital de la provincia, el pediatra belga Bert Suys, de 38 años, ha dicho que él ha atendido por el momento a 13 niños esta semana con síntomas de neumonía después de haber ingerido aguas contaminadas durante y después del tsunami. "Dos niños murieron la noche del miércoles de neumonía y otro más lo hizo ayer jueves", ha lamentado Suys. En todo caso, este facultativo ha mostrado su sorpresa por la inexistencia, hasta el momento, de casos de cólera y disentería, enfermedades cuyo caldo de cultivo es la ausencia de agua potable, situación que se ha registrado y sigue registrándose en Aceh. Este mismo médico también ha expresado su temor a que, una vez los equipos de asistencia extranjeros hayan abandonado Indonesia, el Gobierno de ese país no sea capaz de afrontar la situación. "Creo que cuando los médicos australianos, alemanes y de otros países abandonen Indonesia, todo volverá a colapsarse", ha vaticinado.