El Parlamento turco aprueba la reforma del Código Penal, último obstáculo para entrar en la UE
El texto no incluye la penalización del adulterio, castiga severamente la tortura y protege los derechos de la mujer
El Parlamento de Turquía ha aprobado finalmente, en una sesión extraordinaria, su nuevo Código Penal, una de las máximas exigencias de la UE para iniciar las conversaciones para la entrada turca en los Veinticinco. El nuevo texto castiga con dureza la tortura, aumenta la protección de los derechos de la mujer y, como reclamaba la UE, no penaliza el adulterio, removiendo así los mayores obstáculos para el ingreso de Ankara en la Unión.
Los 550 miembros de la asamblea han retomado hoy, en una sesión extraordinaria convocada por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, el debate sobre el Código Penal, un texto con 78 años de antigüedad, inspirado en el existente en Italia durante el régimen de Mussolini y que ha tenido que ser reformado para cumplir los requisitos de la Unión Europea para iniciar las conversaciones de ingreso que los turcos llevan reclamando desde hace décadas. El debate quedó interrumpido la semana pasada a la vez que dirigentes del Gobierno insinuaban que al proyecto se añadiría el delito de adulterio castigado con pena de prisión.
La sesión, en la que no ha participado el primer ministro, no ha estado libre de polémicas y enfrentamientos. El opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) ha recriminado al Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) que haya creado una crisis inútil con el intento de última hora de penalizar el adulterio. Este intento del partido de Erdogan, islamista moderado, provocó la suspensión del debate parlamentario el pasado día 16. "Nosotros no hemos podido convencerle [a Erdogan], ha tenido que ir a Bruselas a que se lo explicara [el comisario para la Ampliación, Gunter] Verheugen", ha ironizado durante la sesión un diputado del CHP. También le han reprochado al Ejecutivo que el nuevo Código Penal entrará en vigor en tres fases -la primera, referente a delitos urbanísticos, inmediatamente; el grueso del texto en abril de 2005 y los delitos contra el medio ambiente en abril de 2007.
La propuesta de penar el adulterio partía del partido del propio primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el AKP. Bruselas aclaró entonces que la aprobación del Código, y por supuesto sin ese añadido sobre el adulterio, era una condición insalvable para que la Comisión pueda apostar por la apertura de negociaciones.
Bruselas y Ankara alcanzaron la paz la semana pasada, tras el encuentro que mantuvieron Erdogan y el comisario de la Ampliación, Gunter Verheugen. Erdogam se comprometió a abordar la reforma que hoy se debate y en la que Turquía debe acomodar su código penal a los principios de la UE. "Ya hemos cumplido" y "no hay ningún motivo para que no se nos dé el sí", afirmó el primer ministro turco. "Ya no hay más obstáculos sobre la mesa", aseguró el comisario de la Ampliación, Gunter Verheugen.
Con la aprobación del nuevo Código Penal, Turquía se acerca a conseguir un informe de la Comisión favorable al inicio de conversaciones. En todo caso, la luz verde, que no está asegurada, no será oficial hasta el próximo 6 de octubre. Después, el 17 de diciembre, con la recomendación de la Comisión en la mano, los líderes de los Veinticinco decidirán sobre el inicio de conversaciones.
En todo caso, la aprobación que la CE previsiblemente dará a Turquía para iniciar en 2005 las negociaciones de adhesión divide a Europa. Francia, Alemania, Austria y Holanda, predomina el rechazo. En el Reino Unido, España, Italia y los nuevos socios del Este (EE UU es el principal valedor de Ankara) se dan los mayores apoyos. Finalmente, los dirigentes del principal grupo de la Eurocámara, el Partido Popular Europeo, se oponen a la entrada de este gran país poblado por 70 millones de musulmanes.
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