Bush elige al congresista republicano Porter Goss como nuevo director de la CIA

El presidente de EE UU, George W. Bush, va a nombrar al congresista republicano de Florida Porter Goss, de 65 años, nuevo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), según ha anunciado hoy el propio Bush. El presidente ha justificado su decisión en que Goss tiene "mucha experiencia en inteligencia y en la lucha contra el terrorismo. Conoce la CIA por dentro y por fuera". No en vano, fue agente de la CIA en los sesenta y preside actualmente el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Además, se mostró crítico con Bush y con los servicios secretos respecto a la invasión de Irak, que se basó, a su juicio, en información "fragmentada, circunstancial y llena de incertidumbres".

Bush quiere que su candidato tome posesión antes de las elecciones de noviembre, después de que el anterior director, George Tenet, anunciase su renuncia el pasado junio y abandonase el cargo en julio en medio de fuertes críticas a la CIA por la guerra de Irak. Entre esas voces críticas se encontraba precisamente de la Goss, que fue agente de los servicios secretos de EE UU entre 1962 y 1971, y que actualmente preside el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. En una carta dirigida en otoño del año pasado a Tenet, Goss y Jane Harman, los máximos responsables del Comité, con acceso ilimitado a los informes secretos del espionaje, aseguraban que el Gobierno de Bush invadió Irak con acusaciones basadas en información "fragmentada, circunstancial y llena de incertidumbres". Tras analizar miles de documentos secretos durante meses, Goss y Harman concluyeron que los servicios de espionaje no disponían de "información fresca" sobre Irak y se basaron en datos recabados antes de que los inspectores de la ONU salieran del país en 1998.

Goss tiene por delante la dura tarea de reformar los servicios de espionaje del país, que han salido muy tocados tras los atentados del 11-S y la invasión de Irak. Por una lado, la superabundancia de agencias de información y su descoordinación contribuyeron a no evitar los atentados y por otro, los datos con los que se justificó la invasión de Irak -la existencia de armas de destrucción masiva y los vínculos de Sadam Husein con Al Qaeda- han resultado ser falsos. La comisión investigadora de los atentados del 11-S dio un buen repaso a los servicios de inteligencia, denunciando graves "fallos" de todo tipo y descoordinación entre las distintas agencias. Para evitar nuevos errores, Goss tendrá que poner la agencia bajo el nuevo director nacional de inteligencia, que el presidente ha creado por recomendación de la comisión.

Al realizar en anuncio en la Casa Blanca, Bush ha destacado la "experiencia" de Goss en espionaje y lucha contra el terrorismo, ya que "conoce la CIA por dentro y por fuera". Por ello, Bush considera que es el hombre "adecuado" para "dirigir la agencia en este momento crítico", en el que confluyen la amenaza terrorista con la necesidad de reformar los servicios de espionaje tras las recomendaciones de la Comisión. En unas breves declaraciones tras el anuncio presidencial, Goss ha apuntado en la misma dirección al decir que "todos los estadounidenses saben de la importancia de suministrar a nuestros dirigentes la mejor información de espionaje posible".

La designación de Goss debe ser confirmada por el Senado, y algunos analistas creen que afrontará dificultades, debido a las controversias sobre la CIA acentuadas en este período preelectoral.