_
_
_
_

Comienza el escrutinio de las sangrientas elecciones generales en Filipinas

Los filipinos han acudido hoy a las urnas en medio de la confusión y de la violencia, que ha causado mas de cien muertos desde el inicio de la campaña

Los filipinos han acudido hoy a las urnas en unas elecciones generales ensombrecidas por la desorganización y, sobre todo, por los más de cien muertos que ha dejado la campaña electoral más violenta de la historia democrática del país. Los casi 215.000 colegios habilitados a lo largo del archipiélago han cerrado sus puertas a las 15.00 hora local (9.00 en la España peninsular) tras ocho horas de votación para dar comienzo el escrutinio. Sin embargo, los resultados tardarán varias semanas en conocerse.

Más información
Violenta campaña en Filipinas

Más de 43 millones de personas estaban llamadas a las urnas, las mismas que se habían registrado ante la Comisión Electoral hace dos meses, para elegir al presidente, vicepresidente, 12 senadores de los 24 que forman la Cámara Alta, 212 parlamentarios, 53 escaños del Congreso asignados a organizaciones sectoriales y más de 17.000 cargos locales y regionales. La desorganización y la violencia han empañado el proceso electoral, ya que al menos 25 filipinos, entre candidatos, ayudantes de campaña y personas que se encontraban en los lugares donde se perpetraron los atentados, han muerto entre el domingo, jornada de reflexión, y hoy, día de las votaciones.

Estas víctimas mortales se suman a las 92 registradas hasta el sábado, lo que convierte estas elecciones, con más de un centenar de muertos, en las más sangrientas de la historia democrática de Filipinas. Los más de 200.000 efectivos del Ejército y la Policía se encuentran en alerta, mientras que algunos países como Reino Unido han recomendado a sus ciudadanos que se abstengan de viajar al país para evitar verse envueltos en la violencia electoral. Además, muchos ciudadanos, entre cinco y seis de cada 200 según cifras no oficiales, no han podido votar porque sus nombres no aparecían en la lista de votantes, pese a que habían presentado los documentos para poder ejercer su derecho.

Una larga lista de irregularidades

En algunas ciudades como Davao, en el sur, e Iloilo, en el centro, los centros electorales no han tenido suficientes papeletas; mientras que en la provincia de Samar, al este, una granada ha sido arrojada contra la oficina de la Comisión Electoral, sin que se hayan registrado víctimas. A estos incidentes, se suman informaciones sin confirmar oficialmente de robos de urnas. Además, seguidores de los distintos candidatos repartían hoy a las puertas de los colegios propaganda y listados de los políticos que los ciudadanos debían escribir en sus papeletas.

Entre los actos que violan la ley electoral, también destaca la aparición, en uno de los periódicos de mayor tirada nacional, de un suplemento especial con propaganda de Gloria Macapagal Arroyo, candidata a revalidar su cargo en la Jefatura del Estado y para el que parte como favorita en las encuestas, seguida de cerca por el actor y candidato opositor Fernando Poe. Pero el hecho de que el pasado domingo 12 millones de votantes -una cuarta parte del total- estaban aún indecisos, hace difícil prever los resultados finales. En todo caso, los resultados tardarán varias semanas en conocerse, ya que en Filipinas los votantes escriben a mano los nombres de los candidatos y también de forma manual se lleva a cabo el escrutinio. Un sistema que, además de invitar al fraude, demora el escrutinio.

Entre los aspirantes a la presidencia el más madrugador ha sido Poe, que ha ejercido su derecho en el municipio manileño de San Juan. Le ha seguido la mandataria, que ha acudido a las urnas en la provincia de Pampanga, al norte de Manila; el ex jefe de la policía Pánfilo Lacson ha votado en Cavite y el ex ministro de Educación Raul Roco, en Naga, ambas en Luzón; mientras que el predicador evangelista Eddie Villanueva lo ha hecho en Bulacan, a las afuera de la capital. El ex presidente Joseph Estrada, destituido en 2001 por corrupción, ha depositado su papeleta en una urna especial habilitada en la prisión de Capinpín, donde aguarda el desenlace electoral confiado en la victoria de la oposición.

Un niño espera a que su madre termine de votar en un colegio de Manila.
Un niño espera a que su madre termine de votar en un colegio de Manila.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_