5.000 italianos marchan contra la guerra para lograr la liberación de los secuestrados en Irak

Alrededor de 5.000 personas se han manifestado en silencio esta tarde en Roma bajo la bandera multicolor de la paz para reclamar, de forma genérica, el fin de las guerras. Las familias de los tres rehenes italianos secuestrados en Irak esperan satisfacer así la exigencia de los secuestradores, que prometieron liberarlos si en un plazo de cinco días tenía lugar en Roma una marcha masiva a favor de la retirada de las tropas italianas y contra la política del primer ministro, Silvio Berlusconi.

Al tratarse de una iniciativa privada de los familiares, de la que los partidos políticos quedaban excluidos, la marcha había sido considerada un termómetro del sentimiento de los italianos sobre la crisis de Irak, aunque teñida además por lo perentorio de la situación de los tres secuestrados, Umberto Cupertino, de 35 años; Maurizio Agliana, de 35; y Salvatore Stefio, de 34. Los tres fueron capturados el pasado 12 de abril, junto con Fabrizio Quattrocchi, de 36 años y ex soldado de infantería, que fue ejecutado dos días después. Todos ellos son expertos en cuestiones de seguridad y protección, y habían sido contratados en Irak por la compañía estadounidense DTS Security.

La manifestación ha recorrido la breve distancia entre castillo de Sant'Angelo y la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Allí, el Papa ha celebrado hoy una misa para rogar por la liberación de los secuestrados. El secretario para las relaciones con los Estados (ministro de Exteriores del Vaticano), el arzobispo Giovanni Lajolo, ha leído el mensaje del Juan Pablo II ante los manifestantes: "En nombre del único Dios, que a todos nos juzgará, Juan Pablo II renueva a los secuestradores su apremiante súplica para que sean devueltas inmediatamente las personas secuestradas a sus familias".