Gaddafi se reúne con Prodi y Solana para normalizar las relaciones con la UE
El líder libio ha afirmado que su país "se ha convertido en un ejemplo a seguir" al renunciar a las armas de destrucción masiva
El dirigente libio, Muammar el Gaddafi, ha llegado esta mañana a la sede de la Comisión Europea, donde le ha recibido su presidente, Romano Prodi, en el comienzo de una visita oficial de dos días a las instituciones de la Unión Europea (UE) y del Reino de Bélgica con la finalidad de normalizar las relaciones entre Libia y los Quince. En sus primeras declaraciones, Gaddafi ha afirmado que Libia "se ha convertido en un ejemplo a seguir" al renunciar voluntariamente al desarrollo de armas de destrucción masiva.
Renunciando al armamento más destructivo, Libia "ha conseguido más seguridad" que antes, ha subrayado Gaddafi, y ha añadido que cumplió con su deber al dar entrenamiento en el pasado a los "combatientes de la libertad" y guerrilleros de numerosos movimientos aunque les acusaran por ello "de fomentar el terrorismo". Ahora, "ha llegado el momento de la paz y la estabilidad", porque "tenemos que hacer frente a enemigos comunes", ha declarado el presidente libio acompañado por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, a quien ha tratado de "hermano".
En su primer viaje al continente europeo en 15 años, el líder libio ha afirmado que su país ha pasado de "encabezar el movimiento de liberación del colonialismo" a "liderar el movimiento de la paz en todo el mundo". Tras su encuentro con Prodi y, después, con el alto representante para la Política Exterior, Javier Solana, se espera que Gaddafi anuncie la adhesión de su país al Proceso Euromediterráneo de Barcelona.
El avión de Gaddafi ha aterrizado a las 11.00 hora española en Bruselas. A su llegada al edificio Breydel, sede de la CE, unos manifestantes han increpado a Gaddafi mientras posaba junto a Prodi, con quien le une una estrecha amistad. A lo largo de la visita, está previsto que Gaddafi, invitado por Gobierno belga, pida oficialmente el ingreso de su país en el Proceso de Barcelona, iniciativa para la cooperación política y económica entre la UE y los países de la orilla sur del Mediterráneo. Libia es el único país del Magreb que no está presente en este foro, el único de este tipo con participación de Israel. "Esperamos que el coronel nos exprese su disposición a colaborar en este sentido", adelantó ayer un portavoz de la Comisión.
Además del proceso de Barcelona, la entrevista abordará la nueva política libia de reconciliación con la comunidad internacional; así como el papel de Libia en la estabilidad del Mediterráneo, África y Oriente Próximo. El líder libio se reunirá con Solana en el castillo de Val Duchesse, lugar de hospedaje de los líderes extranjeros en visita oficial y donde las autoridades belgas han instalado una jaima beduina para el coronel libio, de 61 años. Se trata de la misma jaima que sirve de residencia habitual a Gaddafi, expresamente traída desde Trípoli y levantada en los jardines del palacio. Allí recibirá mañana, en su segunda jornada de visita, a representantes del Gobierno belga y empresarios.
El "considerable progreso" libio
El Ejecutivo comunitario ha anticipado la histórica visita subrayando que Libia ha llevado a cabo un "considerable progreso" en los últimos meses para reintegrarse en la comunidad internacional, tras una serie de decisiones en torno a la proliferación de armas de destrucción masiva, así como manifestaciones a favor de la paz en la región y la indemnización de las familias de las víctimas de varios atentados como el de Lockerbie.
Bruselas espera que Libia se integre en el Proceso de Barcelona como miembro de pleno derecho, superando el estatus de observador que tiene desde la creación de este foro en 1996 en el que se sientan israelíes y árabes. Trípoli desveló el pasado 27 de enero su intención de incorporarse plenamente al proceso coincidiendo con una visita a la capital belga del vicepresidente del Congreso General del Pueblo (Parlamento libio), Mohamed Ibrahim, quien señaló que su país estudiaría la posibilidad de integrarse en el diálogo euromediterráneo, ya que "no tiene ninguna objeción" sobre sus propósitos.
Sin embargo, los Quince mantienen dos embargos a Libia, uno de carácter comercial y ligado a las sanciones que impuso la ONU a este país en los 80. Alemania es el que más reticencias pone dentro de la UE para levantar dicho embargo. Berlín reclama a Trípoli indemnizaciones por un atentado cometido contra una discoteca de la capital alemana en 1986. La Justicia alemana determinó con posterioridad que la responsabilidad última del mismo correspondía a Libia. El segundo embargo se refiere a la venta de armas y, por el momento, no se ha puesto en cuestión en el seno de la UE, a pesar de los compromisos de Gaddafi de que su país renuncia a las armas de destrucción masiva. Otros asuntos de interés para el Ejecutivo europeo son la inmigración ilegal y la pesca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.