Al menos seis personas mueren en Puerto Príncipe mientras los rebeldes haitianos cercan la ciudad
EE UU y Francia urgen a Arístide a abandonar el poder para frenar la oleada de violencia en Haití
Ante la inminencia de que las fuerzas rebeldes se hagan con el control de la capital de Haití, la violencia ha estallado en Puerto Príncipe. Al menos seis personas han muerto ya en la ciudad como consecuencia de los saqueos, enfrentamientos y ajustes de cuentas entre detractores y partidarios del presidente, Jean Bertrand Aristide, al que la comunidad internacional insta a abandonar el poder para "evitar una espiral de violencia incontrolable".
Grupos de incontrolados campan a sus anchas por las calles, en las que no se ve rastro alguno de fuerzas de seguridad, mientras cientos de personas se afanan en saqueos en comercios y otros centros de abastecimiento como el puerto o las gasolineras. Los saqueos han provocado el cierre de la mayoría de los comercios y empiezan a aflorar los problemas de abastecimiento. Varios cadáveres han aparecido con disparos en la cabeza y las manos atadas a la espalda, lo que hace suponer que se trata de ajustes de cuentas.
Los rebeldes están a punto de completar el círculo de asedio en torno al presidente y la capital del país, Puerto Príncipe. Tras hacerse con el control de un par de ciudades en su ruta hacia Puerto Príncipe, los rebeldes se hallan en la ciudad de Mirebalais, a escasos 57 kilómetros de la capital. Mientras, los partidarios del presidente circulan armados por las calles de la capital haitiana y grupos de exaltados rodean el Palacio Presidencial exigiendo una y otra vez que Aristide cumpla su mandato constitucional de cinco años, que termina el 7 de febrero de 2006.
Diplomacia de urgencia
Mientras la situación empeora en el país, Francia ha urgido por vías diplomáticas al presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, a que abandone el poder para "evitar una espiral de violencia que sería incontrolable". Sin embargo, la petición no ha tenido demasiado efecto ni en el seno del Gobierno haitiano, que no ha respondido, ni en las milicias rebeldes, que ya se encuentran a las puertas de la capital.
El ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin ha declarado esta mañana, tras un encuentro con el jefe de la diplomacia haitiana, Joseph Philippe Antonio, en que se trata de una medida de "total convergencia" con EE UU y Canadá. Villepin ha destacado la "urgencia que existe en avanzar en la búsqueda de una solución política". Resaltando la "gran responsabilidad de Aristide en la situación actual", Villepin ha instado a su colega haitiano a apresurarse en buscar una salida, dado que "cada hora cuenta si se quiere evitar una espiral de violencia que sería incontrolable". Según el ministro francés, su colega americano "ha entendido" el mensaje. No obstante, Joseph Phillippe Antonio no ha hecho comentarios al salir de la reunión.
Francia ha subrayado la "total convergencia de visión" de EE UU y Canadá sobre la necesidad de que Aristide deje el poder para encontrar una salida a la crisis. La iniciativa francesa se une al plan de paz que la semana pasada lanzó un nutrido grupo de países americanos, que incluye el nombramiento de un primer ministro que conduzca el país hasta la celebración de nuevas elecciones y el "establecimiento inmediato de una fuerza civil de paz", que debería ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque "no se trataría de cascos azules". El Consejo de Seguridad esperaba hoy el resultado del encuentro entre Villepin y Antonio. en todo caso, el presidente de EE UU, ha condicionado el envío de una fuerza multinacional a Haití al establecimiento "de un acuerdo político" que garantice la estabilidad.
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