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VISITA DE ESTADO

Blair destaca la "fuerte" relación con EE UU al término de la visita de Bush

El presidente estadounidense evita pronunciarse sobre asuntos delicados como los aranceles del acero y los presos de Guantánamo

El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, y el presidente de EE UU, George W. Bush, han reafirmado que la relación entre ambos países sigue siendo "fuerte y duradera". A ello ha contribuido la visita la visita de Estado de tres días del mandatario norteamericano, que hoy ha partido rumbo a Washington después de recorrer, de forma privada, el distrito electoral de Blair, Sedgefield, al noroeste de Inglaterra. Sin embargo, Blair no podrá contar al presidente francés Jacques Chirac, que le visita la semana que viene, que haya conseguido ningún avance en asuntos que preocupan a la Unión Europea, como los aranceles impuestos por Washington al acero europeo.

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Los atentados de ayer en Estambul han servido para que ambos mandatarios hicieran una declaración de firmeza y alianza contra el terrorismo, asegurando a Ankara la ayuda que necesite para derrotar al terrorismo y para detener a los responsables de los atentados. "Los atentados terribles que están ocurriendo nos deben animar a hacer lo necesario para restaurar el orden y la justicia, así como para llevar la democracia y la libertad a la gente de todo el mundo", ha dicho Blair en su feudo electoral, para añadir que "la alianza entre EE UU y el Reino Unido es fuerte y duradera, y debemos seguir con nuestra alianza en estos momentos". La respuesta de Bush ha ido por el mismo camino: "Los terroristas están tratando de intimidar al mundo, pero este hombre [en referencia a Blair] no se va a sentir intimidado, ni tampoco lo estaremos ni yo ni mi país".

Pese a escenificar de nuevo la buena sintonía entre ambos países, lo cierto es que a Blair le toca servir de puente entre el gigante americano y la UE, y en eso no ha sacado demasiada tajada de la visita de Bush. De hecho, Blair ha puesto especial cuidado en destacar que "la alianza con EE UU no espera una retribución. No estamos al lado de EE UU porque debamos, sino porque queremos".

No obstante, Reino Unido y Europa esperaban algún gesto del presidente Bush en un par de asuntos, esperanzas que no se han visto cumplidas. El primero era el de los detenidos británicos en Guantánamo. Reino Unido esperaba que Bush anunciara el envío de dichos presos a su país para que fueran juzgados allí, pero el presidente no ha hecho ningún comentario al respecto, al menos en público.

El otro asunto, que compete al Reino Unido en su condición de miembro de la UE era el de los aranceles impuestos por EE UU el año pasado sobre las importaciones de acero, a los que se oponen los europeos, respaldados por la Organización Mundial de Comercio. Tampoco en este asunto ha obtenido Blair ningún rédito de la visita de Bush.

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