Annan cree que la política de defensa preventiva de EE UU es un peligro para la paz
Ataques como el de Irak constituyen para el secretario general de la ONU "un uso de la fuerza unilateral y fuera de la ley"
La Asamblea General de los 191 miembros de la ONU en Nueva York ha comenzado esta tarde con un discurso de su secretario general, Kofi Annan, más duro de lo habitual y con una crítica acerada contra la política de defensa preventiva que esgrimió Washington para defender su intervención en Irak.
Para Annan, esta línea de actuación aumenta la inseguridad y pone en peligro la paz mundial y los esfuerzos de la ONU por mantenerla. Aceptado por todos que "el terrorismo es un problema real que hay que combatir", el líder de Naciones Unidas ha reconocido hoy que el punto de desacuerdo viene a la hora de decidir cómo combatirlo.
"Algunos países [un mensaje lanzado contra Estados Unidos, al que sin embargo no ha mencionado en su discurso] han señalado que tienen el derecho y la obligación de realizar ataques preventivos" para luchar contra estas amenazas, pero, según Annan, "ese planteamiento pone en peligro los principios sobre los que, durante 58 años, han descansado la paz y la estabilidad mundial, aunque sea de forma imperfecta". Además, "sienta el precedente para la proliferación de un uso de la fuerza unilateral y fuera de la ley".
"Un momento decisivo"
El secretario general ha urgido al Consejo de Seguridad a hacer frente a este reto: "Hay que decidir si es posible seguir como hasta ahora o es necesario realizar cambios radicales". Para Annan, "este es un momento tan decisivo como el nacimiento de Naciones Unidas en 1945", en concreto una oportunidad, según aseguró hace unas semanas, para redefinir el funcionamiento del organismo, y sobre todo de su poder ejecutivo, el Consejo de Seguridad, con el fin de evitar colapsos como el que se produjo antes de la guerra.
Pero de telón de fondo de estas palabras y del resto que se oirán hoy en Nueva York cuelga el escenario de violencia y tensión de la posguerra. Ayer un nuevo atentado contra la sede de la ONU en Bagdad causó la muerte a un iraquí y herida otras 17 personas. La resistencia armada de la guerrilla afín al régimen depuesto de Sadam Husein, y el coste desmesurado en dólares de volver a poner en marcha el país son los dos puntos débiles en los planes de Washington para la posguerra que han impulsado a Bush a buscar la implicación de la comunidad internacional.
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