Los Mártires de Al Aqsa reivindican una emboscada que dejó cuatro israelíes heridos
Horas después, paracaidistas israelíes matan a un palestino que intentaba colocar una bomba cerca de Tulkarem
Un grupo de paracaidistas israelíes ha matado esta madrugada a un militante palestino en el distrito cisjordano de Tulkarem, horas después de que cuatro civiles israelíes -una mujer y sus tres hijos- resultaran heridos en un atentado en una carretera de Jerusalén. Este ataque ha sido asumido por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, a pesar de que, en teoría, acata la tregua de tres meses declarada por los grupos radicales palestinos.
Fuentes militares han informado de que los soldados israelíes le han disparado cuando colocaba una carga explosiva, que ha sido desactivada sin consecuencias. Esta muerte se ha producido después de que a última hora de ayer activistas palestinos dispararan contra un automóvil en el que viajaban una mujer de 39 años y sus tres hijos, en un atentado cuya autoría ha sido asumida hoy por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
La mujer, con graves heridas, ha sido sometida de madrugada a una intervención quirúrgica, mientras que sus tres hijos han resultado heridos leves. Las Brigadas, grupo armado vinculado al movimiento Al Fatah del presidente Yasir Arafat con una gran autonomía, acordaron el pasado 29 de junio, junto con las facciones islámicas de la resistencia palestina, Hamás y la Yihad, un alto el fuego de 90 días.
Los presos de la 'Mukata'
El atentado se registró junto a la aldea de Ualaye, que limita con el monte Guilo y el distrito cisjordano de Belén, controlado por los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las autoridades militares israelíes impusieron el toque de queda en el pueblo palestino de Batir, de donde habrían salido los militantes palestinos que dispararon contra el vehículo.
Poco antes del ataque, se había informado de que los 17 militantes de esas Brigadas buscados por los organismos de seguridad de Israel y detenidos en la Mukata de la ciudad de Ramala por orden de Arafat, habían llegado a un acuerdo con éste para seguir refugiados en ese complejo. El pasado viernes, Arafat les había conminado a trasladarse a la prisión palestina de Jericó, por un supuesto acuerdo mediante el cual Israel se habría comprometido a evacuar sus tropas de Ramala, donde está confinado el líder palestino.
La retirada fue negociada anoche, por segunda vez, por el ministro de Seguridad Interior de la ANP, Mohamed Dahlán, en esta ocasión con el encargado del Ministerio de Defensa israelí en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, general Amos Guilad, quien se opuso a la medida. Versiones periodísticas indican que, según el acuerdo entre la ANP y los dirigentes de las Brigadas, los 17 activistas buscados no tendrán que alojarse en la prisión de Jericó, sino que permanecerán en las instalaciones de la Mukata. Por tanto, según ministros del Gobierno de Ariel Sharon, Israel también seguirá ocupando Ramala.
Sin presupuesto para seguridad
Las fuerzas de seguridad israelíes no tendrán dinero suficiente para responder de forma efectiva a una nueva ola de atentados terroristas si las organizaciones radicales dan por concluida la tregua unilateral, según ha reconocido el ministro de Defensa, Saul Mofaz.
El diario Haaretz informa hoy de que Mofaz lanzó ayer esta advertencia al Gobierno israelí, al tiempom que expresó su deseo de que el proceso político pueda continuar. Asimismo, Mofaz informó al resto de ministros de que la primera fase de la valla de seguridad en torno a Cisjordania está concluida y que la segunda fase estará terminada antes de que concluya el año.
