Bush condena los ataques israelíes y exige a Sharon que cumpla sus compromisos con la paz
El portavoz de Hamás Abdelaziz Rantisi tuvo que ser operado de una pierna, pero su vida no corre peligro
En una sorprendente declaración, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha criticado duramente los ataques perpetrados ayer por Israel contra objetivos en la franja de Gaza, sobre todo el intento de asesinato de Abdelaziz Rantisi, máximo dirigente político y portavoz de la organización integrista Hamás, que resultó herido en una pierna.
Bush ha indicado que de los ataques de Israel pueden entorpecer los esfuerzos palestinos para acabar con la violencia, uno de los pasos esenciales de la Hoja de Ruta que promueve el presidente estadounidense. "Estoy preocupado con que los ataques hagan más difícil al líder palestino luchar contra los ataques terroristas. Tampoco creo que los ataques ayuden a la seguridad palestina", ha declarado Bush en la Casa Blanca en una conferencia de prensa conjunta con el presidente ugandés, Yoweri Museveni.
"Estoy decidido a mantener el proceso en el camino a la paz y creo que con un liderazgo responsable de todas las partes podemos llevar la paz a la región", ha explicado Bush a los periodistas. El presidente también ha subrayado su rechazo a la pérdida de vidas inocentes en el intento de asesinato selectivo de Rantisi, en referencia a la muerte de una mujer y de su hija que paseaban por la zona donde se produjo el ataque. Más de 30 personas resultaron heridas, siete de ellas de gravedad.
Ataque con helicópteros
El objetivo de Israel en el ataque de ayer era Abdelaziz Rantisi, portavoz de la organización integrista Hamás. Dos helicópteros Apache de la Fuerza Aérea isralí dispararon siete misiles contra el vehículo en el que viajaba, pero Rantisi pudo salvar su vida gracias a que el primer disparo falló, con lo que tuvo tiempo de huir del coche. No obstante, el activista palestino resultó herido en una pierna y tuvo que ser operado.
La operación militar israelí se produjo dos días después de que un comando de radicales palestinos matara a cuatro soldados en Erez, al norte de Gaza. El ataque fue ordenado por Hamás y otros grupos palestinos radicales, en un claro desafío a los acuerdos de la semana pasada en Áqaba (Jordania). No obstante, pocas horas antes del atentado, Rantisi parecía haber recapacitado y había manifestado su voluntad de volver a la mesa de negociaciones con Abu Mazen para estudiar la posibilidad de aceptar una tregua.
Después del ataque israelí, la Hoja de ruta vuelve a estar en un momento difícil. Los fundamentalistas amenazan con una venganza que será como un "terremoto". Horas después del ataque, miembros de Hamás atacaron poblaciones israelíes cercanas a las que el Ejército isaraelí respondió con fuego de carros de combate y helicópteros, causando tres muertos y veintena de heridos en el campo de refugiados de Jabalia.
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