Miles de iraquíes protestan por la ocupación tras los rezos del viernes
La rivalidad interétnica divide Mosul y mantiene el clima de tensión
Miles de iraquíes se han manifestado al mediodía tras concluir los rezos del viernes en la mezquita del imán Al Adam, en Bagdad, al tiempo que gritaban lemas en favor de la unidad de Irak y del pueblo iraquí. Los imanes habían instado a los fieles musulmanes a protestar contra la presencia de EE UU en Irak durante el primer día de oración de los musulmanes que se celebra bajo la ocupación aliada.
Según han podido comprobar los corresponsales de EFE, los manifestantes han corado también consignas como "con nuestra sangre y nuestra alma defenderemos el Islam" o "los chiíes y suníes somos el mismo pueblo". La jutba o sermón de este viernes ha sido seguida por cientos de fieles que abarrotaban la mezquita de más de 700 años de antigüedad, mientras que otros cientos la escuchaban desde fuera del templo. A ellos se ha dirigido el imán Ahmed al Ghubesy, para recordarles que, al igual que en el año 656 Irak fue invadido por los mongoles, ahora lo ha hecho Estados Unidos.
Cuando unos 20 marines estadounidenses armados se han aproximado al lugar, los congregados en el exterior, la multitud los ha increpado, por lo que los soldados han optado por retirarse. Mientras tanto, en la mezquita de Al Rahmán, situada en el barrio de Al Qadra, el imán Issa señalaba ante los congregados: "No queremos a la banda de los EE UU, que son los invasores de Irak. Sólo queremos a los iraquíes".
La luz regresa al 50% de la ciudad
Entre tanto, los iraquíes han empezado a devolver los botines de los saqueos y los entregan a los imanes de las mezquitas, que instan mediante mensajes a cumplir el Corán, que señala que "el robo no es justo". En cuanto a las labores de los marines para devolver la normalidad a la ciudad, este cuerpo confía en tener restablecido el suministro de energía eléctrica en el 50% de la capital a lo largo del día, según anunció el sargento jefe John Jamison. Además, los marines también han entregado 57.000 litros de diesel para hacer funcionar los generadores de las fábricas de tratamiento de agua.
Sin embargo, los habitantes de Nasiriya, castigados también por la falta de agua, electricidad y la carencia de ley que reina en todo el país, disfrutan sin embargo del vacío de poder y sus nuevas libertades. La situación es bastante peor en Mosul, una ciudad dividida en dos sectores, el kurdo y árabe, donde vive en un clima de tensión agravado por los violentos enfrentamientos interétnicos y las muertes causadas por las fuerzas estadounidenses.
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