Las patrullas conjuntas empiezan a velar por la seguridad de Bagdad
Cientos de manifestantes piden en la capital la retirada de las tropas de la coalición
Pese a que la anarquía sigue siendo la nota dominante en Bagdad, las anunciadas patrullas conjuntas entre policías iraquíes y soldados estadounidenses han empezado a recorrer las calles de la capital iraquí. En un intento de acabar con los pillajes que han reducido a cenizas los valiosos volúmenes de la Biblioteca Nacional y el Centro de Estudios Islámicos y que han mermado la importante colección del Museo Arqueológico, los coches de policía iraquí, escoltados por militares estadounidenses, han patrullado las calles por vez primera desde la caída de la ciudad en manos del mando aliado el miércoles pasado.
A pesar de las patrullas, compuestas por unos 2.000 policías iraquíes que han acudido a la llamada de los aliados para realizar patrullas conjuntas, los saqueos, el pillaje y la anarquía siguen soliviantando la ciudad. Las tropas anglo-americanas han mantenido enfrentamientos con focos de resistencia y francotiradores. En uno de ellos, frente al ya famoso Hotel Palestina, tres tiradores han sido detenidos por soldados estadounidenses.
No obstante, los bagdadíes, cansados de casi una semana de ausencia de autoridad, empiezan a volver a la normalidad y se atreven a salir a las calles, empiezan a circular autobuses e incluso se producen los primeros atascos, pese a que la mayoría de las tiendas permanecen cerradas. La aparición de las patrullas ha sido bien recibida por la población de Bagdad. Un portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja ha asegurado que "hay más gente por las calles, pensamos que hay ciertos progresos en términos de seguridad".
Libertad si, ocupación no
No obstante la caída de Sadam, que pareció satisfacer a los bagdadíes, la presencia americana tampoco es demasiado grata a toda la población de la capital. Así, cientos de bagdadíes se han concentrado esta mañana frente al Hotel Palestina, donde se aloja la mayoría de los periodistas destacados en la capital iraquí, para pedir a las tropas angloamericanas que abandonen el país y permitan a los ciudadanos de Irak tomar las riendas de su futuro político tras la caída del régimen de Sadam Husein.
"No a la ocupación, Sí a la libertad" ha sido el lema principal de los manifestantes congregados frente al Hotel Palestina, situado en el centro de la capital iraquí.
Un manifestante, que ha pedido no ser identificado, ha señalado a EFE que los iraquíes quieren acabar con la ocupación de su país porque no aceptan el colonialismo y quieren la libertad después de vivir más de treinta años de opresión bajo el régimen de Sadam Husein.
Mientras los iraquíes se manifestaban pacíficamente, soldados y tanques estadounidenses vigilaban la concentración a cierta distancia.
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