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GUERRA EN IRAK | La posguerra

Putin, Chirac y Schröder reclaman que la ONU apadrine el nuevo Irak

Los tres líderes expresan su temor de que Irak pueda servir de ejemplo para que EE UU trate de hacer lo mismo en Siria

Rusia, Alemania y Francia han reclamado desde San Petersburgo el protagonismo de la ONU en la reconstrucción del Irak de posguerra y abogan por la condonación de la cuantiosa deuda exterior contraída por el país árabe. Como colofón a su reunión anoche en la capital de los zares, el presidente ruso, Vladímir Putin, su colega galo, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, han participado esta mañana en una conferencia con la que han tratado de apuntalar el maltrecho papel de la ONU en la crisis iraquí.

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Los tres líderes europeos han reclamado para Naciones Unidas la dirección de la recuperación del Irak posbélico, matizada por una llamada a la cooperación con Washington y Londres. En este sentido, Chirac ha indicado que, pese a sus divergencias con Estados Unidos y Gran Bretaña por la guerra en Irak, Francia aplaudía la caída del régimen iraquí y consideraba que ahora la prioridad es "afrontar la situación urgente del país en el menor plazo de tiempo posible".

Por su parte, Schröder ha subrayado la necesidad de un acuerdo entre los organismos financieros mundiales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para ayudar a reconstruir Irak. Para ello, según el canciller alemán, "es preciso el mandato de la ONU", pues "su experiencia es imprescindible para fundar un Irak democrático y restaurar sus estructuras económicas y estatales"

"Exportar democracia" a punta de fusil

Chirac ha recordado a su vez que la crisis iraquí ha dividido a la comunidad internacional, pero ha hecho votos para que, en el futuro, la ONU supere esas divergencias y "juegue un papel determinante para restaurar la soberanía de Irak". Al igual que los líderes francés y alemán, Putin ha manifestado que la guerra ha abierto "muchas brechas en el sistema legal internacional y han emergido de él divergencias internas con un grave potencial de conflicto". Para evitar "graves consecuencias", según Putin, es preciso dotar a la ONU de "instrumentos imprescindibles y efectivos" para resolver las cuestiones de seguridad y problemas globales.

En este punto, Putin ha defendido la cooperación multilateral entre aquellos países que han actuado como garantes de la estabilidad y seguridad internacionales, y ha abierto la puerta a la reconciliación con EE UU y Reino Unido. En la cumbre de San Petersburgo, Rusia, Francia y Alemania han manifestado su rechazo a que la guerra de Irak dé pie a una visión de las relaciones internacionales similar a la resultante de la Conferencia de Yalta, celebrada en las postrimerías de la II Guerra Mundial para reorganizar el mundo entre las grandes potencias. "No necesitamos un Yalta ni un nuevo orden. Sencillamente hay que respetar la Carta de la ONU", ha indicado Schröder.

En este sentido, Putin ha advertido del riesgo de que el cambio de régimen en Irak pueda servir de ejemplo para que EE UU y sus aliados traten de hacer lo mismo en Siria y ha rechazado la "exportación de la democracia capitalista" a punta de fusil. "El Che Guevara fue el ejemplo de la exportación de la revolución socialista. ¿Podemos nosotros exportar la democracia capitalista? Si permitimos que esto ocurra, el mundo acabará sumido en una cadena sin fin de conflictos", ha asegurado. Además de la defensa numantina del protagonismo de la ONU en la posguerra, la cumbre de San Petersburgo ha planteado la posible condonación de la enorme deuda exterior contraída por Irak, en buena parte producto de sus multimillonarias compras de armas a Rusia y Francia en la década de los años 80.

La deuda exterior iraquí está calculada en unos 130.000 millones de dólares, de ella Francia y Rusia reclaman cerca de 8.000 millones cada una, y Alemania unos 4.000 millones de dólares. El mayor acreedor de Irak es, sin embargo, Arabia Saudí (con unos 25.000 millones de dólares). Los tres líderes han mostrado su disposición a estudiar el perdón de la deuda iraquí, pero han añadido que esta decisión debe ser coordinada por la ONU bajo los principios del Club de París de países acreedores y del Grupo de los Siete países más ricos más Rusia (G8).

Putin, flanqueado por Chirac, y Schröder, durante su participación en la conferencia de San Petersburgo.
Putin, flanqueado por Chirac, y Schröder, durante su participación en la conferencia de San Petersburgo.AFP

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