La oposición venezolana convoca una huelga tributaria contra Hugo Chávez
El Gobierno insiste en que se normalizará la producción de petróleo a corto plazo
Venezuela llega a fin de año en medio del paro cívico nacional más largo de su historia. En este sentido, ni las fiestas navideñas, ni el desabastecimiento de gasolina y alimentos que atraviesa el país sudamericano, ni las pésimas previsiones económicas con respecto a las consecuencias que traerá la huelga han frenado la lucha de la oposición para exigir la renuncia del presidente Hugo Chávez o las elecciones anticipadas. En este sentido, la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) hizo ayer un llamamiento a los venezolanos a no pagar los impuestos. Por su parte, el Gobierno insiste en que normalizará, a corto plazo, la producción de petróleo mientras las pérdidas para el país son millonarias y no parece divisarse una salida a corto plazo.
La oposición ha agudizado sus medidas de protesta. En este sentido, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, anunció ayer que la próxima acción de la Coordinadora Democrática (CD) será activar la "desobediencia tributaria". Ortega explicó que la "desobediencia civil" será aplicada "también en el aspecto tributario. Nos negaremos a pagar impuestos a un régimen que no presenta cuentas".
"La desobediencia civil es constitucional, es un derecho ciudadano y la aplicaremos en todas las áreas que nos permitan seguir presionando al fin de alcanzar el objetivo, que no es otro que la salida de Chávez y convocatoria de elecciones", aclaró. Asimismo, anunció que aunque termina el año "la lucha continúa, nuestras herramientas son la Constitución y las leyes, no usamos ni usaremos la violencia".
Por otra parte, Ortega criticó al vicepresidente, José Vicente Rangel, quien en unas declaraciones sostuvo que el país estaba en total "normalidad". "Yo quiero manifestarle a este señor: el vicepresidente de la República, que la gran tragedia que él vive en estos momentos es que aquella confianza que el pueblo venezolano le depositó en el pasado y que creyeron en él, esa confianza la perdió. Si hablamos de cuestionamiento, no hay persona mayor cuestionada y traidor a esta patria como lo es usted señor Rangel", criticó.
Reanudación de la actividad petrolera
Frente a la grave paralización petrolera, que mantiene nervioso al mejor cliente de Venezuela: Estados Unidos, el Gobierno de Chávez insiste, casi a diario, en una reanudación a corto plazo de las actividades en el sector. En este sentido, portavoces de la Presidencia de Venezuela aseguraron ayer que, en los próximos días, se reanudará la producción petrolera y que se alcanzarán unos valores normales.
El ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, prometió que "estaremos produciendo 1,2 millones de barriles diarios para la semana que viene". Sin embargo, la producción normal de Venezuela supera los 2,5 millones de barriles diarios, lo que significa que todavía no se estarían alcanzando los niveles adecuados.
Detenido un general
Y también ayer, el general de división de la Guardia Nacional (GN, cuarto componente de la Fuerza Armada Venezolana) Carlos Alfonso Martínez, uno de los primeros militares que se pronunciaron en "desobediencia legítima" contra el Gobierno de Hugo Chávez y que permanecen en la Plaza Altamira, del este de Caracas, fue detenido ayer por la Disip (Policía política).
El general, el más antiguo de la GN, que fue inspector de la institución armada, fue arrestado en la autopista Francisco Fajardo (principal carretera de Caracas), después de haber entregado un tributo a los guardias nacionales que se encuentran en la Comandancia General situada en la plaza Madariaga de El Paraíso (oeste).
Dos policías heridos a pedradas entre opositores y chavistas
Dos policías fueron ayer heridos a pedradas en un enfrentamiento entre simpatizantes del gobierno y la oposición, según han informado fuentes oficiales. Los incidentes en los que resultaron heridos ambos agentes comenzaron cuando un pequeño grupo de opositores se trasladó hasta la entrada de la sede de la policía de Seguridad del Estado (Disip) para protestar por la detención del general insurrecto CarlosMartínez.
Los agentes de la Disip que custodiaban la entrada lanzaron gases lacrimógenos contra el grupo de manifestantes, que respondieron con piedras e hirieron de manera leve a uno de ellos. Posteriormente, habitantes de las zonas marginales cercanas al lugar, que se supone respaldan al presidente Hugo Chávez, lanzaron piedras contra el grupo de oposición. Durante el intercambio, los militantes de oposición derribaron una moto con dos chavistas, y sus ocupantes fueron golpeados y pateados.
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