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CERCO A SADAM

"La táctica de Irak está condenada al fracaso", proclama la Casa Blanca

EE UU exige que Sadam se desarme y advierte de que no va a "entablar negociaciones" con el mandatario iraquí

Estados Unidos no concede ninguna credibilidad a la decisión de Irak de permitir el regreso incondicional a su territorio de los inspectores de armas de las Naciones Unidas. Según Dan Barleet, director de comunicaciones de la Casa Blanca, la medida es una táctica destinada a dar "falsas esperanzas a la comunidad internacional". Por medio de un comunicado oficial, el Gobierno de EE UU subrayó que "no se trata de una cuestión de inspección de armas, sino de desarme". La ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, considera que se trata de "una buena noticia, a la espera de que se confirme con los hechos".

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"Por desgracia, más de una década de experiencia demuestra que se puede confiar muy poco en sus palabras [de Sadam Husein] o en sus hechos", proclamó Dan Barleet poco después de que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, confirmase en Nueva York que Irak ha aceptado el regreso sin condiciones de los inspectores internacionales, expulsados en 1998. El funcionario estadounidense rechazó además la posibilidad de que su país atienda la propuesta iraquí de entablar conversaciones para perfilar los detalles de la vuelta de los inspectores. "Hemos dejado muy claro que no estamos en el camino de entablar negociaciones [con Sadam Husein]", señaló Barleet.

En un comunicado difundido esta madrugada, el Gobierno de George W. Bush, que ha acusado a Irak de desarrollar armas de destrucción masiva, ha subrayado que "todavía se necesita una resolución nueva y efectiva del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que resuelva la amenaza que plantea Sadam Husein". Señala, además, que la oferta iraquí es "una medida táctica con la esperanza de evitar una acción enérgica del Consejo de Seguridad de la ONU. Como tal, está táctica está condenada al fracaso".

"Presión diplomática"

La ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, por su parte, sí que ha valorado positivamente la respuesta iraquí a las demandas de la comunidad internacional, decisión de iraquí. Palacio, quien recordó que desde el primer momento el Gobierno español defendió la necesidad de realizar una "presión diplomática" sobre Irak, subrayó que el regreso de los inspectores "es, en sí misma, una noticia esperanzadora", aunque mostró su cautela a la espera de que "se confirme con los hechos".

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Sobre el hipotético estancamiento en las negociaciones sobre los detalles prácticos de la vuelta de los inspectores, la ministra sostuvo que "sería un subterfugio que no hay que permitir". En este sentido, Palacio aseguró que se debe producir por parte Irak un "cumplimiento sin ambages, sin restricciones, sin segundos pensamientos, perfectamente, de las resoluciones de la ONU". Según la ministra, "es esencial para la credibilidad y el futuro que queremos todos para la ONU que esta declaración se traduzca en hechos y que la ONU sea firmísima en la exigencia del cumplimiento por parte de Sadam Husein".

Prudencia británica

El Gobierno británico ha recibido con prudencia la carta de Irak a la ONU. Un portavoz de Tony Blair ha señalado que Sadam Husein ha desarrollado "una larga historia en la que no ha jugado juego limpio" y su régimen "se ha burlado" de toda una serie de resoluciones de Naciones Unidas.

El primer ministro británico es el dirigente europeo más favorable a la línea dura que sigue el presidente norteamericano, aunque pone más el acento en el regreso de los inspectores de la ONU que en la caída de Sadam Husein.

Más optimista se ha mostrado el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, quien ha adelantado que "a la luz del cambio de postura de Irak, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estudiará si es necesaria una nueva resolución". De Villepin considera que "hay varias opciones abiertas", y que serán los integrantes del Consejo de Seguridad los que analizarán "cuál de ellas puede ser la más necesaria una vez que los inspectores van a volver a Irak". Según De Villespin, la vuelta de los supervisores internacionales podría formalizarse "dentro de unos días, quizás unas semanas".

Ivan Ivanov, ministro ruso de Asuntos Exteriores, ha destacado que "el visto bueno de Irak sobre el regreso sin condiciones de los inspectores internacionales permite desviar la amenaza de un enfrentamiento militar y reconducir el proceso a los cauces políticos", según recoge la agencia de noticias rusa Itar-Tass. Más cauteloso todavía ha sido su homólogo australiano, Alexander Downer, quien ha afirmado que, "sin el deseo de que las negociaciones se den por cerradas en este punto, la decisión de Irak parece un avance prometedor".

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