Las aguas empiezan a descender en el lago que amenaza a 10 millones de chinos
La ciudad de Wuhan declara el estado de emergencia por las crecidas del río más largo de Asia
El nivel de las aguas del lago Dongting, en la provincia central de Hunan, ha empezado a descender esta mañana, dando un respiro a los más de 10 millones de personas que estos últimos días viven bajo la amenaza de inminentes inundaciones, según ha informado la agencia estatal de noticias, Xinhua.
El centro de control de inundaciones local ha señalado que las aguas del Centro Hidrológico de Chengjingli, donde el río Yangtzé, el más largo de Asia, se une al lago, llegaban hoy a las 8.00 hora local a los 34,88 metros, tres centímetros por debajo del máximo nivel que se registró esta madrugada.
El nivel está descendiendo a un centímetro por hora en el lago, mientras que en las próximas horas el caudal del río Yangtzé llegará a su máximo nivel en la ciudad de Wuhan, habitada por más de siete millones de personas. Wuhan declaró ayer el estado de máxima alerta por las inundaciones, cuando el caudal del Yangtzé sobrepasó en 15 centímetros el nivel de peligro.
En estado de emergencia
A pesar de que se pronostican fuertes lluvias entre el domingo por la tarde y el lunes, los equipos que vigilan las aguas confían en que sólo suponga una ralentización del descenso de las aguas. La situación de emergencia, no obstante, se mantiene en la ciudad de Yueyang, en Changsha (capital de Hunan) y Wuhan (capital de Hubei) y en las provincias vecinas de Hubei, Jiangsu y Jiangxi, mientras más de un millón de personas siguen reforzando los diques y evacuando personas de las zonas de mayor riesgo.
Los equipos de prevención de inundaciones prevén que las zonas de cultivo que rodean el lago Dongting, cuya superficie es de 2.740 kilómetros cuadrados, absorban la mayor parte de las aguas en caso de inundaciones "moderadas" y salven los centros urbanos, con una gran densidad de población.
En caso de que se produzcan roturas en muchos puntos de los diques del río Yangtzé y de sus afluentes, que desembocan todos en el lago, o en los diques del propio lago, las autoridades temen una tragedia. Por el momento, al menos 16 personas han muerto y 27.000 casas han quedado destruidas, mientras que más de 8,4 millones de personas han sido afectadas por las inundaciones, que han devastado 415.000 hectáreas de tierras cultivables.
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