Acusado un agente federal de forzar la confesión de un estudiante egipcio

Un juez federal de Manhattan ha abierto una investigación acerca de un posible abuso de un agente del FBI al obtener una confesión de un estudiante egipcio que fue detenido en relación con el ataque sobre el World Trade Center, el 11 de septiembre.

Este estudiante, Abdallah Higazy, había sido considerado como testigo material de las investigaciones después de que un guardia de seguridad encontrase una radio de aviación en la caja fuerte de la habitación del hotel de Higazy. El estudiante fue acusado de perjurio cuando negó poseer la radio, y pasó un mes en la cárcel. Pero después ha sido puesto en libertad tras confesar el agente de seguridad que había inventado la historia. Sin embargo, mientras Higazy estaba en la cárcel, los acusadores habían mantenido que el estudiante había confesado a un agente federal la posesión de la radio, una confesión que ahora se ha sabido que era falsa.

Según el juez, Higazy pidió la prueba del polígrafo para demostrar su inocencia, que fue realizada por un agente del FBI sin la presencia del abogado del estudiante. En algún punto, el agente, que no ha sido identificado, interrumpió la declaración y comenzó a interrogar al estudiante, quién entonces confesó, según el juez. La declaración fortalecía las sospechas de que podía estar relacionado de alguna manera con los terroristas.

Ventaja injusta

Según el juez, la mala conducta del agente comienza aquí, y "esta consiste en que el agente se aprovecha de la ventaja injusta de la situación creada durante la prueba, expresamente solicitada por el testigo, para obtener una confesión forzada que podría ser usada para traer una persecución criminal contra el acusado ".

Además, aunque Higazy no ha denunciado abusos físicos, ha señalado que, tras permanecer durante varias horas con el agente, éste había amenazado la seguridad de su familia si no confesaba. El FBI no ha hecho comentarios sobre esta acusación.