Una nueva marcha opositora radicaliza la división social en Venezuela
Los convocantes intentarán llegar al Palacio de Miraflores en un claro desafío al Gobierno de Chávez
La oposición venezolana se ha lanzado nuevamente a las calles de Caracas para pedir la renuncia al presidente Hugo Chávez en medio de una situación política y social cada vez más polarizada entre chavistas y antichavistas.
La manifestación, convocada por los detractores de del presidente, Hugo Chávez, ha partido de la céntrica avenida Libertador a las 15.00 hora española y tiene la intención de desafiar al Gobierno en su intento de llegar al Palacio presidencial de Miraflores, lugar simbólico del chavismo, tres meses después de otra similar que acabó en tragedia.
Desde hace días, el Gobierno asegura que "no permitirá que la marcha llegue a su destino" y que sólo unos representantes de la oposición podrán acudir a la sede del Ejecutivo para entregar un documento en el que exigen la renuncia a Chávez.
El Gobierno de Venezuela ha invocado un decreto presidencial de 1992 que permite, por razones de seguridad, "prohibir" las manifestaciones delante del recinto presidencial, algo que no hizo en los tres últimos años con sus simpatizantes.
Un fuerte dispositivo de seguridad
Las cercanías del palacio están protegidas desde anoche por efectivos de seguridad, mientras que grupos de chavistas se han concentrado para permanecer "en vela" en los alrededores de Miraflores, a fin de apoyar a Chávez y la revolución bolivariana. En todo caso, Chávez no estará hoy en Miraflores porque asistirá al acto de graduación de una promoción de suboficiales de aviación en Maracay, a 110 kilómetros al oeste de la capital venezolana.
La oposición, no obstante, desafía al Gobierno y se mantiene firme en su idea bajo el argumento de que la ruta de su protesta, que incluye el paso por el palacio, está "debidamente" autorizada por la Alcaldía Metropolitana.
La Coordinadora Democrática de Partidos de Oposición, que aglutina a medios de comunicación, la Confederación de Trabajadores de Venezuela -la mayor del país-, la patronal Fedecámaras y asociaciones civiles no descartan la posibilidad de permanecer "indefinidamente" frente a las barreras que protegen el recinto hasta lograr sus objetivos. Sus organizadores esperan alcanzar, e incluso superar, el éxito de la concentración de chavistas que el 29 de junio colapsó una de las principales avenidas del centro de Caracas.
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