Libia niega haber ofrecido una indemnización a las víctimas de Lockerbie
EE UU, que había recibido con actitud positiva la oferta, descarta ahora un acercamiento
Un acercamiento entre EE UU y Libia parece descartado, después de que Trípoli desmintiera la existencia de una oferta de compensación a los familiares de las víctimas del atentado contra un avión de la aerolínea Pan Am hace 13 años. "Libia no es responsable del atentado y no tiene ninguna relación con esa oferta", ha asegurado el miércoles el secretario de Comunicación Exterior libio, Abdulrahman Shalkam.
Abogados de los familiares de las víctimas anunciaron el martes en Nueva York que Libia había ofrecido 2.700 millones de dólares (unos 2.900 millones de euros) como compensación a cambio de que EE UU y las Naciones Unidas levanten las sanciones aplicadas contra ese país acusado de promover el terrorismo.
Antes del desmentido libio, funcionarios del Gobierno del presidente George W. Bush habían recibido con actitud relativamente positiva la oferta. "Por lo que he leído en la prensa y por lo que se ha dicho de la oferta, ciertamente es un paso en la dirección correcta, pero no resuelve todo el asunto", dijo el ayer el secretario de Estado Colin Powell.
Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, aclaró que EE UU sólo estudiará una reconducción de sus relaciones con Libia "una vez que se cumplan las demandas de las Naciones Unidas".
Sin embargo, el portavoz dijo que sería positivo que las familias aceptasen la oferta económica, diez millones de dólares para cada una de ellas, pero insistió en que Libia debe "reconocer su responsabilidad" en el atentado.
Indignación entre las familias
Un Boeing 747 cayó el 21 de diciembre de 1988 sobre la localidad escocesa de Lockerbie al estallar una bomba en un incidente que se cobró la vida de 270 personas, de las que 189 eran estadounidenses. El año pasado, un tribunal escocés declaró culpable al agente de espionaje libio Abdel Basset Ali al-Megrahi de asesinato, al introducir los explosivos que derribaron el avión.
La reacción a esa oferta compensatoria entre algunos políticos y entre familiares de las víctimas fue de indignación o de aceptación a regañadientes en la mayoría de los casos.
"La política de EE UU se determinará por cambios en la conducta libia, no por condiciones que imponga el Gobierno libio a la compensación a los familiares del vuelo 103 de Pan Am", indicó el senador demócrata Ted Kennedy.
"Si aceptamos 10 millones por un asesinato en masa sin que siquiera haya una admisión de culpabilidad, estaremos diciendo que se puede asesinar a estadounidenses y nosotros nos haremos los desentendidos", añadió Victoria Cummock, cuyo esposo murió en la tragedia.
El levantamiento de las sanciones
Según el acuerdo anunciado por los abogados en Nueva York, el dinero quedaría en depósito y entregado a medida que se cumplan una serie de condiciones. Un 40% de la compensación se entregaría cuando se levanten las sanciones de las Naciones Unidas, otro 40% al derogarse las sanciones comerciales estadounidenses, y el 20% restante cuando Libia sea retirada de la lista de EE UU de países que patrocinan el terrorismo.
Estados Unidos suspendió el comercio bilateral y congeló los activos libios en EE UU en 1986 después de un atentado perpetrado en Berlín en el que murieron un soldado estadounidense y una mujer turca.
La posibilidad de una compensación libia a las familias de las víctimas del atentado de Pan Am se difundió una semana después de que el Departamento de Estado diera a conocer su informe mundial sobre terrorismo, en el que señaló que Libia ha mejorado su comportamiento en los últimos años. "Libia parece haber reducido su apoyo al terrorismo internacional, aun cuando es posible que todavía mantenga contactos residuales con algunos grupos", indica el texto.
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