Dos ex líderes serbios acusados de crímenes de guerra se entregan a La Haya
Mrksic era buscado por el asesinato de más de 200 personas en Croacia, mientras que Martic ordenó un ataque militar contra Zagreb que causó la muerte a siete civiles, según el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia
Dos antiguos líderes serbios acusados de crímenes de guerra se han entregado al Tribunal Penal Internacional de La Haya. Mile Mrksic, ex general del Ejército Yugoslavo, es buscado por el asesinato de al menos 200 personas en la ciudad croata de Vukovar en 1991. Por su parte, Milan Martic, que ya se encuentra detenido en La Haya, fue presidente de la autoproclamada República Serbia de Krajina y es acusado por el alto tribunal para la antigua Yugoslavia de ordenar en 1995 una serie de ataques con bombas de racimo contra la capital croata, Zagreb, en los que murieron al menos siete civiles.
El 25 de junio de 1991, Croacia y Eslovenia declararon su independencia, que fue reconocida por la Unión Europea en enero del año siguiente. En Croacia, donde los serbios eran un 12% de la población, las provocaciones de los extremistas fueron constantes tras el anuncio de emancipación, y rápidamente se gestó un conflicto que habría de durar casi seis meses.
Las milicias serbias, apoyadas por el Ejército de Yugoslavia, tomaron el control rápidamente de las zonas en las que la población de esta etnia era mayoritaria, y exigieron la proclamación de un nuevo estado, la República Serbia de Krajina, que habría ocupado las regiones croatas de Eslavonia y Krajina.
Ataque con bombas racimo
Desde el verano de 1991 hasta el fin de ese año, los soldados de la república autoproclamada se enfrentaron a las Fuerzas Armadas croatas, y llegaron a tomar el control de un tercio de la república balcánica, según cuenta la orden de detención de tribunal internacional.
En noviembre de ese año, el Ejército Yugoslavo asedió la ciudad de Vukovar y la sometió a un brutal ataque con su artillería. En los últimos días de cerco, cientos de personas se refugiaron en el hospital de la ciudad. Según el TPIY, paramilitares y soldados yugoslavos bajo las órdenes de Mrksic sacaron de este lugar a al menos dos centenares de ciudadanos no serbios tras tomar la ciudad, y los llevaron a una granja cercana, donde los maltrataron durante horas y luego los mataron y enterraron en una fosa común.
Después del alto el fuego al que se llegó en enero de 1992, los cascos azules de la ONU tomaron el control de casi todas las zonas bajo control de esta milicia.
Sin embargo, en 1995 el Ejército croata recobró el control de estos territorios en una operación relámpago, y expulsaron también a los milicianos del denominado Sector Oeste, en Eslavonia, que aún controlaban. Los soldados rebeldes huyeron a la zona serbia de Bosnia, desde donde Martic lanzó en junio de ese año varios ataques con bombas de racimo contra Zagreb.
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