Más de 100 muertos en los siniestros de dos aviones en China y Túnez

El aparato siniestrado en Túnez, un Boeing 737 que cubría la ruta entre El Cairo y la capital tunecina, había despegado del aeropuerto de la capital egipcia a las 13.30 hora local de ayer y tenía previsto aterrizar en Túnez sobre las 14.30 GMT. Sin embargo, unos minutos antes de la hora prevista para la llegada, la torre de control perdió el rastro del aparato, después de que el piloto anunciara que se disponía a efectuar un aterrizaje de emergencia.

El piloto del avión que se estrelló cuando trataba de efectuar un aterrizaje de emergencia, consiguió evitar una mayor catástrofe, al tirar el combustible y caer sobre una ladera sin impactar en picado contra el suelo.

Según la torre de control, el comandante de la aeronave había alertado de que tenía problemas para extraer el tren de aterrizaje. Las condiciones meteorológicas, con vientos huracanados de más de 100 kilómetros por hora, parece ser la causa del accidente.

El avión se desplomó sobre una colina de la región de Najli, a seis kilómetros de la pista central del aeropuerto de Cartago, y se partió en dos.

Mientras que sobre la causa del accidente no parece haber controversia, las versiones sobre el número de personas involucradas en el siniestro difieren. Las autoridades tunecinas desdicen los 18 muertos y 25 heridos que ha comunicado EgyptAir y, en su último recuento oficial, asegura que de las 64 personas que volaban en la aeronave, ocho de ellas tripulantes, 15 han fallecieron y 49 han resultado heridas. El embajador de Egipto en Túnez habló en un primer momento de de 18 muertos y 33 heridos. El ministro egipcio de Aviación Civil, Ahmad Shafik, ordenó la formación de una comisión investigadora, que ya se ha traslado a Túnez, para esclarecer las causas del accidente.

Sin esperanzas en Dalian

Los equipos de rescate han encontrado hasta el momento más de 70 cadáveres de las 112 personas que viajaban en el avión de la compañía aérea china Northern Airlines MD-82 que volaba entre Pekín y Dalian y ayer tarde se precipitó al mar frente a las costas de la ciudad de Dalian, en la provincia de Liaoning (noreste). La compañía aérea ha descartado que haya supervivientes, mientras los equipos de rescate siguen trabajando aunque sin esperanzas de encontrar a alguien vivo.

Con las primeras luces del día se han acelerado los esfuerzos por rescatar los cadáveres, que todavía flotaban en el agua horas después del accidente, ya que la noche dificultó su localización. Otras víctimas quedaron atrapadas dentro del aparato cuando éste se hundió en el mar, por lo que se está intentando recuperar el fuselaje. A primeras horas de la mañana llegó a la zona un equipo de investigación encabezado por varios responsables de los Ministerios de Comunicaciones, Aviación y Seguridad Pública.

Se sabe que instantes antes del accidente se produjo un incendio en la cabina del piloto del avión, un Boeing MD-80, aunque todavía se desconocen las causas del fuego y se espera a encontrar la caja negra para dilucidarlas. De momento ya se han localizado fragmentos del aparato y un carro para el servicio de alimentos a bordo que estaba carbonizado y partido por la mitad, lo cual indica la gravedad del incendio.

La mayoría de sus pasajeros eran chinos que regresaban a Dalian tras las vacaciones que se celebran en el país con motivo del Primero de Mayo.