Ibrahim Rugova asegura que abandonó Kosovo por "miedo" a los serbios

El presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, ha mantenido en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) que juzga a Slobodan Milósevic ,que abandonó Kosovo en 1999 por "temor" a los serbios y no para evitar que lo asesinaran miembros del Ejército de Liberación Kosovar (UCK), durante su careo con el ex presidente yugoslavo.

Ha sido el segundo y último día de la intervención del intelectual kosovar, que ha sido presentado por la Fiscalía como testigo en el proceso que se sigue en La Haya contra el ex jefe de Estado yugoslavo, acusado de genocidio y crímenes de guerra y contra la Humanidad.

Rugova, actual presidente de la provincia serbia de Kosovo (de mayoría albanesa), abandonó Pristina junto con su familia con destino a Italia en mayo de 1999, cuando comenzaron los bombardeos de la OTAN.

"Quería salir porque en Kosovo ya no quedaba nadie, unos estaban muertos y otros habían huido al extranjero", ha señalado Rugova rebatiendo a Milosevic, quien se ha jactado de que le había salvado la vida e intentó demostrar que su intención era protegerle de los "terroristas del UCK".

Con su tradicional pañuelo enrollado al cuello y sin mirar directamente al acusado, pese a que éste se lo ha pedido expresamente, el líder albano-kosovar mantiene que las autoridades de Belgrado le retuvieron en contra de su voluntad en su casa y le obligaron a entrevistarse con Milosevic en dos ocasiones una vez que habían comenzado los bombardeos de la OTAN.

Firma del documento

Estas reuniones y un documento que firmó Rugova junto con Milosevic pidiendo el fin de los bombardeos de la OTAN le valieron grandes críticas dentro y fuera del país.

Rugova ha mantenido que los serbios habían cometido "un genocidio" contra la población albano-kosovar en represalia por los bombardeos de la OTAN, que calificó de "una liberación".

El presidente kosovar ha negado haber firmado un documento que presentó Milosevic en el que el Presidente kosovar hacía un llamamiento a la población albano-kosovar para que abandonara el país, porque "con los bombardeos de la OTAN el UCK ya no podía asegurarles protección".

"Nunca lo firmé ni lo vi", ha mantenido Rugova frente al acusado y ha asegurado que algo así sólo podía haber sido escrito y distribuido por los propios serbios para sembrar la confusión. Para apoyar esta afirmación, el intelectual ha señalado cinco faltas de ortografía que se encuentran en las catorce líneas del texto escrito en albanés, que "un kosovar nunca habría cometido", según Rugova.

Milosevic ha visto su derecho al contra-interrogatorio notablemente reducido, ya que los jueces temen que el juicio pueda prolongarse demasiado tiempo.

Al igual que el viernes pasado, el juez que preside la sala, Richard May, le ha advertido de que tenía que centrarse en los temas relevantes y formular menos preguntas "vagas e imprecisas".

Actividad de la LKD

Acusado y testigo se han enzarzado también en una discusión sobre las intenciones de la Liga Democrática de Kosovo (LDK), el partido que lidera Rugova desde sus orígenes en 1989.

Si Milosevic mantenía que aspiraban a la creación de una Gran Albania alimentada por "una idea nacionalista romántica del siglo XIX", el presidente de la provincia serbia de mayoría albanesa asegura que "tanto entonces como ahora la única alternativa válida a sido la independencia de Kosovo".

También han discrepado sobre los acuerdos de paz para Kosovo de Rambouillet (localidad francesa cercana a París), que nunca fueron firmados por el gobierno de Belgrado.

"Las dos partes nunca se sentaron a la mesa de negociación juntas. Fue un documento realizado por extranjeros", asegura Milosevic, al que May ha advertido en más de una ocasión que no utilizara la sala como plataforma política.