El hijo del piloto que se estrelló en Milán asegura que su padre se quería suicidar

El hombre de 75 años que pilotaba la avioneta que se estrelló en la tarde de ayer contra un rascacielos de Milán podría haber querido suicidarse a causa de una ruina financiera, según ha explicado su hijo al diario italiano La Repubblica.

Por otro lado el mismo diario y otros como el Corriere della Sera aseguran que Luigi Fasulo no lanzó una llamada de SOS cuando pilotaba el avión, tal y como se indicaba anoche, sino que únicamente avisó de que tenía un problema en el tren de aterrizaje.

Ante estas revelaciones, el presidente del Gobierno regional de Lombardia, Roberto Formigoni, ha apuntado hoy la posibilidad de que el suicidio del piloto fuera la causa del choque. No obstante, sus amigos han desechado la tesis del suicidio según ha informado la agencia de prensa suiza ATS. "Era un hombre vitalista y equilibrado", han apuntado los entrevistados por la prensa.

En el accidente que ha sobrecogido a Italia por su parecido con los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, han muerto tres personas y más de 60 han resultado heridas por un impacto que ha destrozado completamente los pisos 25 y 26 de la torre de 30 pisos y 127 metros de altura (algo más que las Torres KIO de Madrid).

Luigi Fasulo habría querido suicidarse porque "han querido engañarle y hundirle económicamente", según ha explicado su hijo Marco Fasulo. "Estoy en la ruina, se han comido todo lo que tenía, más de un millón de dólares", le había dicho el piloto a un amigo suyo, Franco, que habló con él el pasado domingo.

La avioneta, una Rockwell Commander de cuatro plazas, había despegado poco después de las 15.00 horas de la localidad suiza de Locarno, pero media hora después Fasulo lanzó un mensaje de socorro a la torre del aeropuerto de Linate porque tenía problemas con el tren de aterrizaje, y trató de dirigirse hacia allí para aterrizar, pero antes de lograrlo perdió altura y, tras planear sobre Milán a baja altura, terminó por chocar contra el edificio Pirellone.

Las autoridades aéreas italianas han indicado como posibles causas del accidente que el piloto hubiera sufrido una indisposición o hubiera sido cegado por el humo, ya que algunos testigos han indicado que el aparato se desprendía una fuerte humareda antes de la colisión.

Primer momento de confusión

Poco después del accidente el presidente del Senado, Marcello Pera, afirmó que se trataba "con toda probabilidad" de un atentado. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, cancelaba su viaje a Bulgaria y regresaba rápidamente a Italia, donde su Gobierno ya celebraba una reunión de urgencia bajo el mando del ministro del Interior, Claudio Scajola.

Tras conocerse la noticia y las primeras hipótesis de que se pudiera tratar de un atentado, la Bolsa de Nueva York desplomaba más de 150 puntos, aunque luego se recuperaba al confirmarse que había sido un accidente. El índice Dow Jones ha cerrado con una caída de 15,50 puntos (el 0,15%), y el Nasdaq ha terminado con una pérdida de 8,24 (el 0,46%).Unas horas después del impacto, el presidente del Senado rectificaba, tras hablar por teléfono con el ministro de Interior, y más tarde el propio Scajola confirmaba que se había tratado "claramente" de un accidente.

La avioneta se estrelló contra los pisos 25 y 26 del rascacielos, que en su día fue sede de la empresa Pirelli y es, desde su construcción en 1960, el edificio más alto de Milán. Pese a que cada día trabajan en él más de 1.200 personas, en el momento del accidente sólo había 300 en su interior.

Además del piloto, ha muerto una mujer que trabajaba en la torre y que se lanzó al vacío desde una ventana tras el impacto, y otra persona sin identificar, según ha informado la policía.