Un ex presidente de Enron declara ante la comisión que investiga la quiebra
El director financiero de la compañía se niega a responder a las preguntas de los parlamentarios
El que fuera hasta el pasado mes de agosto presidente de Enron, Jeffrey Skilling, declaró ayer jueves ante el Congreso de los Estados Unidos que la firma que dirigía quebró debido a una dramática falta de liquidez que tenía su origen en una crisis de confianza.
Skilling, a diferencia de otros altos ejecutivos de la empresa, no ejerció su derecho a no autoinculparse en la causa y afirmó que no estaba al tanto de ningún plan financiero para cancelar deudas. "La declaración financiera emitida por Enron, hasta donde sé, reflejó correctamente la condición financiera de la compañía", aseguró el ex presidente, quien también añadió que no estaba al tanto de ninguna transacción "diseñada para cancelar pérdidas" o esconder información de la dirección.
La dimisión de Jeffrey Skilling se produjo de un modo precipitado durante el pasado mes de agosto. Skilling es por ahora el más alto responsable en comparecer ante los parlamentarios estadounidenses. "La compañía era solvente y altamente rentable, pero aparentemente no tenía suficientemente liquidez (...). El día que salí, el 14 de agosto de 2001, creo que la compañía estaba en una posición finaciera fuerte", aseguró ante la Cámara de Representantes.
El ex director financiero no responde
Andrew Faston, ex director financiero del grupo Enron, se ha negado a responder a las preguntas de la comisión parlamentaria que investiga el escándalo financiero invocando su derecho constitucional a no realizar declaraciones que podrían ser empleadas contra él en un eventual proceso judicial.
El que fue responsable financiero de Enron desde 1998 hasta el pasado otoño está considerado el "cerebro" del complicado entramado de sociedades que permitió a la compañía ocultar sus deudas y mostrar una situación saneada ante los inversores.
Según el informe interno elaborado por William Powers, Fastow ganó al menos 30 millones de dólares mediante este sistema de sociedades. Está también acusado de no querer colaborar con la investigación.
Otros tres altos ejecutivos de la empresa energética también se han acogido a la quinta enmienda para no testificar en su contra, un derecho que les otorga la Constitución y que ya fue utilizado en el pasado por David Duncan, el ex responsable de Arthur Andersen a quien se acusa de destruir documentos clave para la investigación de la quiebra.
La bancarrota de Enron, anunciada el pasado 2 de diciembre, causó la ruina de miles de accionistas, mientras sus ejecutivos se enriquecieron vendiendo sus participaciones antes de que se desvelase la verdadera condición financiera de la empresa.
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