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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La última cadena de televisión independiente de Rusia deja de emitir

Un canal deportivo emite ya en su frecuencia

La última cadena independiente de gran audiencia en Rusia, la TV-6, ha concluido definitivamente sus emisiones esta madrugada tras la apertura del proceso de liquidación y la retirada de su licencia por parte del Ministerio de Información. El canal deportivo NTV+ ha empezado ya a emitir en su frecuencia. Políticos y medios liberales han denunciado que el cierre forma parte de una campaña del Kremlin para controlar los medios independientes y críticos ya que, por primera vez desde la caída de la URSS, Moscú obstenta el monopolio de la televisión.

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Justo a medianoche, cuando la TV-6 emitía el programa Noche de Ruiseñores, sus trasmisiones han sido interrumpidas súbitamente y los telespectadores han visto en su pantallas una carta de ajuste y, minutos después, han dejado de recibir la señal.

A las 7.00 horas de Moscú (5.00 en España), el canal ha reanudado las emisiones pero con programas de NTV+, una cadena digital de pago, a la que el ministerio de Prensa de Rusia encargó llenar el vacío dejado por la TV-6.

La radio Eco ofrece sus micrófonos

A pesar del cierre, los empleados de la TV-6 han acudido hoy a sus puestos de trabajo, donde se han encontrado con que no podían trabajar, dado que incluso la luz y los teléfonos han sido cortados, por lo que han tenido que emplear sus propios teléfonos móviles. El director general de TV-6, Yevgeny Kiselyov, les ha explicado la nefasta situación.

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Pero el inesperado cierre judicial de la cadena no ha sorprendido sólo a los trabajadores del medio, sino que la población de Moscú ha mostrado su descontento por esta decisión y han expresado sus protestas por verse privados del derecho a obtener información audiovisual no oficial.

Sin embargo, se abre una vía para que estos periodistas puedan seguir trabajando. La emisora de radio Eco de Moscú ha ofrecido sus micrófonos a la plantilla para que puedan seguir emitiendo sus programas informativos.

Agentes judiciales habían ordenado ayer al Ministerio de Información suspender la licencia de emisión de la cadena de televisión TV-6, cuyo cierre decidió un tribunal ruso pese a las protestas de políticos y periodistas.

Así, esta corte decretó la liquidación del canal en noviembre de 2001 y a petición de uno de sus accionistas menores, una sociedad del gigante petrolero Lukoil, ligado a las estructuras del poder.

Un "encargo del Kremlin"

El Tribunal Supremo de Arbitraje confirmó el pasado 18 de enero la sentencia de liquidación de la TV-6, una decisión considerada como "un encargo" del Kremlin por los periodistas de la cadena, cuyo máximo accionista era el empresario en el exilio Boris Berezovski.

El 75% de las acciones de la cadena pertenece al oligarca Berezovski, buscado por la Justicia rusa, refugiado en el extranjero y adversario declarado del presidente ruso, Vladímir Putin.

Ese mismo día, el ministro ruso de Información, Mijail Lessine, adelantó que la atribución de los derechos de difusión sobre la frecuencia en la que operaba la cadena TV-6 será atribuida antes de abril. Junto con el corte de las emisiones, TV-6 fue privada de todo tipo de comunicaciones, incluido el servicio telefónico y el acceso a Internet.

Hace una semana, los periodistas de TV-6 anunciaron la creación de una nueva sociedad para intentar recuperar su cadena de televisión. El año pasado, el monopolio estatal de gas Gazprom cerró la mayor cadena del país al margen del control del Kremlin, la NTV.

El director general de TV-6, Yevgeny Kiselyov, habla a sus trabajadores sobre el cierre del canal.
El director general de TV-6, Yevgeny Kiselyov, habla a sus trabajadores sobre el cierre del canal.REUTERS

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