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ORIENTE PRÓXIMO

Al menos 6 muertos en enfrentamientos con la policía de Arafat en Gaza

Hamás suspende sus atentados suicidas mientras Israel califica la decisión de "movimiento táctico"

Al menos seis palestinos han muerto y más un centenar han resultado heridos en las últimas 24 horas una batalla desatada en el campo de refugiados de Yabalia entre activistas islámicos y la policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Mientras tanto, Hamás ha anunciado un alto el fuego que Israel ha acogido con escepticismo, al tiempo que la Yihad ha reiterado su negativa a acatar las órdenes de Arafat, que exigió el fin de los atentados suicidas.

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Protagonistas del conflicto:: Hamas

Los disturbios hoy en Yabalia, en los que han perdido la vida cinco de las seis víctimas mortales, han estallado durante el sepelio de Mohamed Mokayed, de 17 años, muerto en los enfrentamientos del jueves entre policías palestinos y militantes integristas, y después de que Hamás anunciara su respeto al alto el fuego ordenado el domingo por Arafat.

En la batalla de Yabalia se han enfrentado con la policía palestina activistas y simpatizantes de la Yihad Islámica, que no ha acatado esa orden, y también algunos de Hamás, según fuentes palestinas.

Durante el sepelio, al que han acudido 10.000 personas, un grupo de activistas ha atacado con granadas de mano el cuartel central de la policía en Yabalia, el más importante de Gaza con más de 60.000 habitantes.

Al grito de "¡colaboracionistas de Israel!" contra los agentes, la multitud han intentado incendiar el cuartel cuando los policías abrieron fuego y mataron al niño, que iba en el cortejo fúnebre.

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"Se nos acabaron las balas de goma y el gas lacrimógeno" para reprimir manifestaciones violentas, ha señalado un oficial de la policía para explicar que los agentes del orden empleasen balas comunes para dispersar a los manifestantes.

Los choques de hoy son el último episodio de una ola fraticida que comenzó en Gaza hace 48 horas, cuando fuerzas de seguridad de la ANP se presentaron en el domicilio del portavoz del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), Abdel Aziz Rantisi, para detenerlo.

Tras el fracaso de la operación, intentaron arrestarlo por segunda vez, pero una turbamulta volvió a impedir a los agentes acercarse a Rantisi. Los enfrentamientos, según fuentes de la ANP, se extendieron como "un reguero de pólvora" a los campos de refugiados de Nuseirat, Jan Yunes y Deir el-Balaj, todos en la franja de Gaza, sin que los agentes del orden pudieran contener a los manifestantes contra el Gobierno de Yasir Arafat.

Todas las facciones han llamado a la población a restaurar la calma pues "lo que quiere [el primer ministro Ariel] Sharon, es que los palestinos nos matemos entre nosotros". El gran temor en la calle palestina es que, si la policía no lograr controlar la situación esta noche, degenere en una guerra civil, mientras que Arafat se encuentra desde hace varias semanas recluido y cercado por Israel en la ciudad cisjordana de Ramala.

La victoria de Arafat sobre Hamás

En un comunicado, Hamás, la principal organización palestina islamista, ha anunciado esta mañana que suspende sus atentados suicidas en Israel y que tampoco llevará a cabo "hasta nueva orden" ataques con morteros a los asentamientos israelíes. Con este anuncio, Arafat se apunta una importante victoria en su gestiones políticas.

El miércoles pasado el grupo también había anunciado una tregua, siguiendo el llamamiento hecho por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, pero ayer se retractó de su decisión.

"El Movimiento Hamás ha decidido suspender sus ataques militares contra Israel, teniendo en cuenta las circunstancias y la presiones que se ejercen sobre la ANP, el pueblo palestino Hamás", dice el comunicado.

Incredulidad israelí

El Gobierno israelí ha recibido con escepticismo esta noticia. Gideon Meir, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ha calificado el gesto como "un movimiento táctico para evitar la caída de Arafat".

"Hamás sigue siendo una organización terrorista", ha recordado. Y ha añadido: "esto es algo que Arafat ha hecho otras veces, presionado por la opinión pública internacional".

Según Yarden Vatikai, portavoz del ministro de Defensa Binyamin, Ben Eliezer, su país juzgará "sobre el terreno" el anuncio hecho hoy por Hamás para ver si "se pone efectivamente en práctica".

Por su parte, la Casa Blanca ha reconocido que Arafat ha tomado "medidas positivas" para poner fin al terrorismo en Oriente Próximo, aunque ha insistido en que "debe hacer mucho más".

La Yihad no acata el alto el fuego

Por su parte, otra de las organizaciones terroristas contrarias al proceso de paz, la Yihad islámica, ha anunciado poco después que continuará con sus acciones contra Israel. "No tenemos otra opción", ha asegurado uno de sus portavoces.

Junto a la Yihad, tampoco se han sumado al alto el fuego el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y un grupo radical armado escindido de Al Fatah, conocido como los Batallones de Al Aqsa.

"A la Yihad Islámica no le incumbirá cualquier cese de las operaciones mártires y militares o toda detención de la Intifada mientras subsista la ocupación israelí", según ha declarado el representante de la Yihad en Líbano, Abú Imad Al-Rifai.

En Damasco, el jefe de la Yihad Islámica en Palestina, Ramadán Abdalá Chalá, ha afirmado por su parte en un discurso público que su organización proseguía "la resistencia". "Nuestro objetivo es proseguir la batalla y la resistencia", ha indicado Chalah en un discurso pronunciado en el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, en las afueras de Damasco.

Sin embargo, ha asegurado que la Yihad ne responderá a la represión ejercida por la ANP contra sus militantes. "No nos deslizaremos por la pendiente del conflicto interno, la sangre palestina es para nosotros una línea roja, aunque nuestra sangre sea derramada", ha aclarado.

Reuters

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