Los talibanes acuerdan la rendición de Kandahar y su entrega al nuevo Gobierno

La ciudad de Kandahar, único bastión que quedaba en manos de los talibanes en Afganistán, va a pasar a manos del nuevo Gobierno provisional. Todos los bandos inmersos en la guerra de Afganistán han confirmado las negociaciones entre los integristas y las tropas de la oposición para la rendición de la ciudad, que podría consumarse en las próximas horas.

El antiguo embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaif, ha confirmado que Kandahar será entregada mañana viernes, día en el que también comenzará la entrega de armas por parte de los talibanes. El diplomático ha indicado que la rendición de Kandahar ha sido acordada por los talibanes con el primer ministro interino del próximo gobierno de Afganistán, Hamid Karzai.

Zaif aseguró que el pacto alcanzado entre ambas partes garantiza que la vida del mulá Mohamed Omar, será respetada, ya que ha sido un muyahidín que ha luchado por su pueblo.

Este acuerdo choca con las intenciones de EE UU, que pretenden la entrega de todos los líderes talibanes y de Al Qaeda, para ser llevados ante la justicia. Así lo ha reiterado hoy mismo el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, que se ha mostrado contrario a "cualquier tipo de arreglo" que suponga que el mulá Omar pueda vivir con dignidad en Kandahar o en cualquier otra parte de Afganistán.

Rumsfeld se ha hecho eco también de las informaciones sobre la rendición de Kandahar, pero ha asegurado que no conoce los términos del acuerdo. Eso sí, ha reiterado la intención de EE UU de arrestar a los líderes talibanes para asegurarse de que no vuelven a cometer actos terroristas y para que no puedan convertir de nuevo el país en un nido de terroristas.

Fructuosas negociaciones

Primero habían sido los talibanes los que, a través de la agencia AIP, informaban sobre la posible disposición del mulá Omar, máxima autoridad religiosa y política del régimen integrista, a entregar la ciudad a una comisión administradora encabezada por el mulá Naqib Ullah, dirigente de uno de los sectores agrupados en contra de los talibanes.

Después, el líder del Gobierno provisional acordado este fin de semana en la cumbre de Bonn, Hamid Karzai, a través de un portavoz, ha confirmado que los talibanes aceptan entregar la ciudad a sus adversarios, después de "fructuosas" negociaciones.

Previamente, Hamid Karzai, nombrado jefe del próximo gobierno interino de Afganistán, había ofrecido a los combatientes talibanes una amplia amnistía si se rendían, pero precisó que esa medida de gracia no se extendería a los líderes de la milicia integrista islámica.

Más en concreto, preguntado sobre la posible entrega a EE UU de los líderes talibanes, entre ellos el mulá Omar, Karzai ha hecho unas ambiguas declaraciones en las que condicionaba su seguridad "a que cese en sus actividades terroristas". En caso contrario, "no podremos garantizar su seguridad". Sin embargo, previamente había insinuado una garantía para su vida.

Karzai, que fue elegido ayer miércoles para encabezar la transición política en Afganistan en la conferencia internacional de Bonn, se encuentra al frente de las fuerzas militares que, con el apoyo aéreo de Estados Unidos, asedian la ciudad de Kandahar.

Karzai tomará posesión de su cargo el próximo 22 de diciembre, y su elección ha sido bien acogida tanto por las etnias del norte como por Pakistán.

La respuesta inmediata ante la posible rendición del último bastión afgano que mantienen los talibanes ha sido el anuncio de un alto el fuego por parte de las fuerzas pastunes antitalibanes que intentaban la toma de la ciudad desde hace varias semanas. De hecho, varios aviones norteamericanos han sovrevolado hoy la ciudad sin lanzar ninguna bomba.