Francia y Alemania alertan del peligro de extender la guerra contra el terrorismo

Las declaraciones del presidente de EE UU, George Bush, que el lunes amenazó veladamente a Irak con una intervención militar al hilo de la presente campaña contra el terrorismo internacional si no permitía el regreso de los inspectores de armamento de la ONU, se han encontrado hoy con la oposición de los Gobiernos de Francia y Alemania, que han alertado contra una eventual extensión de la guerra a otros países.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha alertado contra la "búsqueda de nuevos objetivos", en particular en Oriente Próximo, en relación con la recién iniciada guerra internacional contra el terrorismo internacional. Schröder ha hecho estas declaraciones ante los diputados del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento). En el mismo sentido se ha pronunciado el ministro francés de Defensa, Alain Richard, que ha declarado que una operación militar contra Irak u otros países "no es necesaria".

Ambos Gobiernos contestan de esta forma a las declaraciones del presidente de EE UU, George W. Bush, que insinuó el lunes vagas amenazas contra Irak en el marco de la guerra contra el terrorismo. Bush amenazó de nuevo al mandatario iraquí, Sadam Husein, instándole a que permitiera el regreso de los inspectores de la ONU encargados de certificar que Irak no está produciendo armas de destrucción masiva. Preguntado sobre un eventual rechazo de Sadam Husein al regreso de los inspectores, Bush se limitó a contestar: "El verá".

Schröder ha llamado a la prudencia contra declaraciones como las de Bush, tendentes "a la búsqueda de nuevos objetivos". Schröder ha instado a "ser prudentes en las declaraciones en revistas y periódicos, en particular con aquellas concernientes a la discusión sobre nuevos objetivos en Oriente Próximo".

Además, el canciller alemán ha insistido en la necesidad de "mantener la cohesión de la coalición antiterrorista internacional", comprometida ahora en Afganistán, dejando así caer la necesidad de que la búsqueda de nuevos objetivos sea consensuada en el seno de la coalición.

El ministro francés de Defensa ha sido un poco más concreto que Schröder, asegurando que "no hay otros países cuyos dirigentes sean cómplices activos de las acciones terroristas. Por tanto, no creemos, a día de hoy, que sea necesario emprender acciones militares en otros sitios". Richard ha hecho estas declaraciones en respuesta a las de Bush durante su visita a la capital de Bulgaria, Sofía.

El fin de la coalición contra el terrorismo

También desde Alemania, las palabras de Schöder han sido subrayadas por el vicepresidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Gernot Erler, que ayer se mostró decididamente en contra de extender las operaciones militares hacia Irak, en unas declaraciones a la emisora InfoRadio. Para Erler, un ataque contra Irak, aún habiendo rechazado éste la presencia de inspectores de Naciones Unidas, "significaría, sin duda, el fin de la gran alianza política" contra el terrorismo".

Aun existiendo el peligro de que el régimen iraquí vuelva a producir armas de destrucción masiva, Erler ha advertido contra la posibilidad de "relacionarlo con los atentados del 11 de septiembre y decir que el próximo blanco será Irak". Una intervención contra Irak podría furiosos a los integrantes musulmanes de la coalición contra el terrorismo, lo que, a juicio de Erler, podría "obtener finalmente lo que quiere: un enfrentamiento entre culturas".