Fox abre los archivos militares secretos para aclarar el asesinato de Digna Ochoa

El presidente de México, Vicente Fox, ha exigido a la Fiscalía de Ciudad de México "una solución urgente" al asesinato de Digna Ochoa, la abogada defensora de derechos humanos tiroteada el pasado día 19. Para acelerar la investigación del crimen y alejar las sospechas que apuntan a los sectores más radicales de las fuerzas de seguridad del país, Fox ha ofrecido todos los archivos de los servicios de inteligencia y seguridad nacional, de la Procuraduría General de la República y del Ejército mexicano, incluidos los secretos.

"No descarto que los asesinos y autores intelectuales del crimen de Ochoa estén infiltrados en el Gobierno", ha indicado el diputado izquierdista Félix Salgado

El presidente mexicano aprovechó su programa de radio semanal, "Fox en vivo, Fox contigo", para mostrar la total disposición total de su Gobierno a que la fiscalía de la ciudad de México investigue a cualquier funcionario. "Demandamos junto con toda la sociedad y junto con todas las organizaciones de derechos humanos, la pronta y urgente resolución por parte de la autoridad encargada de este tema. A todos nos es importante que se aclare", afirmó Fox.

El asesinato de Digna Ochoa, de 38 años, ha sido condenado por gobiernos y organizaciones de varios países, que lo consideran un retroceso en los avances logrados por México en los últimos meses en la lucha a favor de los derechos humanos. El cadáver de la abogada, que durante años trabajó en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, fue hallado en su despacho, ubicado en un céntrico barrio capitalino, con dos tiros en la cabeza. El fiscal de Ciudad de México, Bernardo Bátiz, explicó que, sin duda, el móvil del crimen fue político, aunque se desconoce la identidad de los responsables. Junto al cadáver había una nota en la que, según Bátiz, se amenaza a los miembros del organismo civil y del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) "diciendo que les va a pasar lo mismo si nos siguen persiguiendo".

Los militares, bajo sospecha

Intelectuales, políticos e incluso autoridades han sugerido en los últimos días que en el homicidio de Ochoa, quien se caracterizó por defender a supuestos miembros de grupos subversivos y a presuntas víctimas de abusos del Ejército, podrían estar involucrados militares. Se ha recordado, además, que un militar, el general Rafael Macedo, encabeza la Fiscalía General de la República. "No descarto que los asesinos y autores intelectuales del crimen de Ochoa estén infiltrados en el Gobierno", ha llegado a indicar el diputado izquierdista Félix Salgado, quien aseguró que Macedo, "como ex procurador militar sabía que la abogada defendía a los campesinos ecologistas mientras él defendía a los militares torturadores". La propia Ochoa, que había recibido amenazas de muerte desde 1995, declaró en noviembre de 1999, tres meses después de haber sido secuestrada y torturada durante varias horas por unos desconocidos, que probablemente sus agresores fueron agentes de la "inteligencia militar".

Vicente Fox, consciente de que las fuerzas de seguridad están en el punto de mira, reiteró la condena del Gobierno contra el crimen, señaló que su ejecutivo no oculta "absolutamente nada" e indicó que las puertas de México están abiertas a los visitantes de los organismos internacionales de derechos humanos para que indaguen sobre este caso.