Bush tilda de "inaceptables" unas declaraciones de Sharon sobre la alianza con los árabes

Los comentarios hechos ayer por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en las que instaba a Occidente, y en particular a Estados Unidos, a no intentar "entenderse con los árabes a costa de Israel" haciendo un paralelismo con el "terrible error de 1938", cuando Europa decidió "sacrificar Checoslovaquia" a la invasión nazi, "son inaceptables", según ha indicado el portavoz del presidente estadounidense, George W. Bush.

"Las palabras de Sharon son inaceptables en opinión del presidente", ha declarado Ari Fleischer, que ha añadido que Estados Unidos ha trasmitido al primer ministro israelí su visión de la situación actual a través de la embajada de EE UU en Israel.

Estados Unidos, consciente de que su papel en Oriente Próximo es crucial para ganarse la simpatía y el apoyo árabe a la coalición internacional antiterrorista, está presionando a Sharon para lograr un alto el fuego y el regreso a la mesa de negociaciones.

Sin embargo, el pulso lanzado anoche por Sharon a Bush al asegurar que no permitirá que Israel sea sacrificado no se ha quedado sólo en palabras. De madrugada, el Ejército israelí reocupó varias zonas palestinas en la dividida ciudad cisjornada de Hebrón, en una imparable escalada de represalias israelíes.

Seis palestinos muertos en la reocupación

Durante esta invasión por parte de tropas y tanques de varios barrios de la ciudad que estaban bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), han muerto seis palestinos y otros 45 han resultado heridos. Y horas después, un israelí ha fallecido por disparos de palestinos cuando circulaba por una carretera de Tulkarem, muy cerca de la línea verde que separa Cisjordania de Israel.

Las fuerzas israelíes, apoyadas por dos helicópteros de combate Apache, entraron los barrios de Abu Sneina, Al Sheij y Bab El Sauyia, mientras los tanques disparaban artillería pesada. Poco después se entabló un combate con los milicianos palestinos que defendían el barrio de Abu Sneina, que continuaba esta mañana.

Israel traspasó al control de la ANP el 80% de Hebrón en 1997, en virtud de un acuerdo interino alcanzado durante el gobierno derechista de Benjamín Netanyahu. El 20% restante quedó en manos de Israel para proteger el enclave judío y un santuario tanto judío como musulmán.

Los soldados israelíes entraron en unas 15 casas palestinas, obligaron a sus habitantes a abandonarlas y tomaron posiciones en los tejados, mientras otras viviendas fueron destruidas.

Además, el Ejército israelí ha impuesto el toque de queda en Abu Sneina, un castigo que sufren desde hace meses decenas de miles de palestinos en los barrios de Hebrón controlados por Israel, con el objetivo de que puedan pasear y hacer su vida tranquilos los 400 colonos judíos que viven en medio de una población de 120.000 palestinos.

Los militares justificaron la incursión alegando que desde Abu Sneina -situado en una colina que domina el enclave judío- se disparó hace dos días contra los peregrinos judíos que habían llegado para celebrar la fiesta de las Cabañas, hiriendo a dos mujeres.

Segunda reocupación en tres días

"Las fuerzas armadas israelíes permanecerán en la zona el tiempo que sea necesario en base a las necesidades operativas", señala un comunicado.

El Ejército israelí también ocupa desde hace tres días una zona autónoma palestina en la franja de Gaza -una operación que causó seis muertos palestinos- como represalia por el ataque de un comando palestino contra el asentamiento de Alei Sinaí, donde murieron dos colonos.

Anoche, el Ejército israelí también efectuó una rápida incursión en una aldea palestina cercana a Ramala para rescatar a dos colonos que habían entrado por error y se habían atrincherado en una casa tomando como rehén a una familia palestina.

Horas después de la invasión en Hebrón, la ANP emitió un comunicado oficial en Ramala reafirmando su compromiso con el alto el fuego y llamando a todas las facciones palestinas a que lo respeten "para que Israel no pueda alegar que la actividad patriótica palestina es terrorismo".

Sin embargo, esta espiral de violencia ya no permite ilusiones sobre el mantenimiento de una inexistente tregua que fue acordada hace nueve días por el líder palestino y el ministro de Asuntos Exteriores israelí.

Desde la reunión Peres-Arafat han muerto 35 palestinos por disparos de soldados israelíes, y seis israelíes en varios ataques palestinos. Los negociadores palestinos Saeb Erekat y Ahmed Qurea comunicaron ayer a Peres que "el ambiente en la calle palestina es muy pesimista" y que, por tanto, a la ANP le resulta muy difícil cumplir condiciones exigidas por Israel como la detención de acusados de terrorismo.