"La idea de que el Islam es incompatible con la democracia es una invención de Occidente"

Los recientes atentados contra Nueva York y Washington han destapado una vez más los debates sobre los conflictos entre Oriente y Occidente y han puesto en el punto de mira a los fanatismos religiosos.

Desde que se produjera la catástrofe gobiernos e intelectuales han reclamado que no se culpe de lo ocurrido a todos los musulmanes del mundo. El propio presidente Bush ha pedido a sus compatriotas que respeten a los árabes, ya que "el islam es una religión de paz". Intentaba frenar así el creciente rechazo a los árabes en territorio estadounidense.

La profesora de Sociología del Mundo Árabe de la Universidad Autónoma, Gema Martín Muñoz, ha debatido sobre estos asuntos con los lectores de ELPAIS.es durante dos horas, en las que conceptos como la democracia, el choque de culturas, la religión, el papel de los vecinos de Afganistán, la libertad de los pueblos y la figura del controvertido Bin Laden han sido los protagonistas.

Uno de los principales problemas cuando surge un conflicto de esta naturaleza es el uso equivocado de términos y la afloración de prejuicios por el desconocimiento de otras culturas, sobre todo si éstas tienen fuertes componentes religiosos. A este aspecto se ha referido la invitada, que ha querido dejar clara la necesidad de corregir estas ideas preconcebidas y "escapar de versiones simplistas que nos presentan con demasiada frecuencia" para evitar que el rencor y el odio progresen, evitando el uso de términos como "terrorismo islámico" o "fanatismo islámico", que "criminalizan a todos los musulmanes" .

Martín Muñoz ha denunciado ese abuso del calificativo islámico, ya que " muchas de las cosas que ocurren son de carácter político, económico, estratégico... y no religioso o cultural". Además, ha descartado rotundamente la teoría del choque de civilizaciones, "un producto ideológico de la extrema derecha occidental que desemboca en racismo y confrontación".

Preguntada sobre la posibilidad de que Europa lleve a cabo un cambio "equivocado" en su política de inmigración y asilo a raíz de los últimos acontecimientos, Martín Muñoz ha advertido que es necesario ser "enormemente cuidadosos a la hora de tratar de identificar tramas terroristas en el seno de las comunidades musulmanas residentes en Europa", para evitar que no se conviertan en un colectivo visto globalmente como sospechoso. De ahí, ha dicho, que no se deben hacer "peligrosas amalgamas entre emigración y terrorismo o entre opositores políticos, incluso islamistas reformistas" que no tienen nada que ver con la violencia ni con los terroristas.

Durante la charla, un internauta planteó sus dudas sobre la compatibilidad de la democracia "como la entendemos nosotros en Occidente" con la cultura árabe musulmana. En opinión de la invitada, esta idea es totalmente errónea, ya que "en las sociedades árabes y musulmanes existe una enorme reivindicación y aspiración de democracia que, sin embargo, ni ha sido escuchada por la mayor parte de los gobernantes en esta parte del mundo, ni ha formado parte de los intereses occidentales en esta zona". Incluso ha indicado que "la idea de que el islam no es compatible con la democracia es una construcción ideológica mucho más occidental que oriental".

Respecto a la autoría de los ataques contra EE UU también se ha debatido durante la charla. "¿Está Osama Bin Laden detrás de la tragedia de la semana pasada? Porque él lo ha negado", comentaba un internauta. Martín Muñoz ha dicho que había pensado mucho en este asunto y "he llegado a la conclusión de que "estamos ante una trama mucho más complicada y sofisticada, lo cual no significa que no esté implicada en ella Bin Laden o ramas extremistas similares a la suya, pero quizás haya más que eso, por lo que es necesario llevar a cabo una investigación profunda y a más largo plazo".

El papel de Pakistán

En el punto de mira han estado las complicadas relaciones o alianzas que se pueden llevar a cabo en los próximos días y en caso de desencadenarse un conflicto armado. También ha habido tiempo para el análisis de la postura del régimen talibán.

Las relaciones son complejas e inestables en toda la zona de Asia Central "porque Pakistán es un país estratégicamente muy importante, que además tiene la bomba atómica. En ese sentido es un aliado muy importante para EE UU, pero en la calle están en contra de la intervención".

Martín Muñoz también ha indicado que aunque los talibán son un régimen detestado por la mayor parte del mundo musulmán, una eventual intervención estadounidense, que provocase víctimas civiles y oleadas de refugiados, podría generar un sentimiento popular de simpatía y eso no favorecería más que a los violentos".

En su análisis ha destacado que la invocación del yihad por parte de los talibán no es en absoluto vinculante para los musulmanes, "es una apropiación oportunista del concepto de 'lucha legal' en defensa del Islam para tratar de convertir su lucha en la lucha de todos los musulmanes".

La arabista ha hecho referencia al efecto psicológico que ha causado el ataque en el pueblo americano y ha destacado que "lo que ha ocurrido la semana pasada sin duda va a introducir muchos cambios, entre otras razones porque EEUU es consciente ahora de que no es invulnerable y que por tanto su política exterior debe ser reevaluada y pensar más las consecuencias de sus posiciones".

Israelíes y palestinos

Quizás esos cambios se hayan producido ya. Ayer, israelíes y palestinos acordaban un alto el fuego después de casi un año de violencia sin diálogo. Una gran cantidad de preguntas enviadas por los lectores se centraban las posibles soluciones al conflicto. En este sentido Martín Muñoz ha indicado que la paz llegará cuando exista un firme esfuerzo internacional, ya que "la resolución del problema es sustancialmente política. Es necesario acabar con una ocupación colonialista y construir un Estado palestino viable, tal y como establece la ley internacional", ha dicho.

Juani Ruiz, una española que vive desde hace 16 años en Palestina, planteaba sus dudas sobre la capacidad e interés del Gobierno de Ariel Sharon para retomar las negociaciones. Una opinión en la que coincidía la arabista, que ve difícil "un cambio en la posición del Ejecutivo israelí con respecto a negociar un verdadero y soberano Estado palestino". A su juicio, es importante que la sociedad israelí conozca realmente los estragos humanos diarios que padecen los palestinos por la ocupación, ya que allí "tiene sólo la imagen de unos terroristas que quieren acabar con ellos, porque es lo que se les muestra y se les dice diariamente".