Evacuado el Capitolio tras una falsa amenaza de bomba

La normalidad regresa al Capitolio, después de comprobarse que la amenaza de bomba era falsa. Las autoridades estadounidenses habían ordenado la evacuación de la sede del Congreso tras hallar un paquete sospechoso. Por otra parte, los tres principales aeropuertos de Nueva York, que habían sido reabiertos esta tarde para vuelos nacionales han sido cerrados de nuevo.

Las principales cadenas de televisión estadounidenses mostraba cómo cientos de personas abandonaban el Capitolio. Las autoridades ordenaban la evacuación de todo el edifico después de que se encontrara un paquete sospechoso.

Mientras tanto, el portavoz de aviación civil comunicaba que los tres principales aeropuertos de Nueva York volvían a clausurarse, al parecer, para facilitar, "operaciones del FBI".

La evacuación afectó inicialmente a la parte del Capitolio que corresponde al Senado, pero después se extendió también a la sección de la Cámara de Representantes.

Los legisladores y funcionarios salieron del edificio y se concentraron en los jardines que lo rodean, mientras que unidades de desactivación de explosivos de la policía llegaron a la zona para examinar el paquete.

Esta es la segunda vez en la historia que el Congreso es evacuado. La primera ocurrió el pasado martes, cuando se produjo la oleada de atentados terroristas.

La decisión de evacuar el Congreso se produjo cuando los legisladores negociaban una asistencia de emergencia de 20.000 millones de dólares para labores de rescate y fortalecimiento de la seguridad nacional, tras los atentados ocurridos el martes.

Cortes de tráfico en la Casa Blanca

Las medidas de seguridad puestas en marcha alrededor de la Casa Blanca, en pleno corazón de Washington, han colapsado el tráfico de la ciudad. El Servicio Secreto ha cortado las principales calles de la capital estadounidense, la 15 y la 17, que protegen el complejo formado por la sede presidencial y el Departamento del Tesoro, contiguo a la Casa Blanca.

"Se han cerrado esas calles por cuestiones de seguridad. No sabemos qué ocurrirá mañana", dijo a EFE un miembro del Servicio Secreto apostado junto al Departamento del Tesoro. Los agentes cerraron las calles a la circulación poco antes del traslado a Camp David del vicepresidente de Estados Unidos, Richard Cheney.