Alexandre Lukashenko, reelegido presidente de Bielorrusia entre acusaciones de fraude
La oposición denuncia la "falsificación" del resultado y los observadores internacionales afirman que las elecciones no han sido "democráticas ni libres".
Alexandre Lukashenko ha sido reelegido presidente de Bielorrusia al obtener el 75,6% de los votos, contra el 15,39% cosechado por su principal adversario, Vladimir Gontcharik, según ha anunciado hoy lunes la comisión electoral bielorrusa. El tercer candidato, el ultranacionalista Serguei Gaidukevitch, ha obtenido un 2,5% de los sufragios, según los resultados oficiales.
Las elecciones han estado marcadas por las acusaciones de fraude desde la oposición y por un abrumador dominio de los medios por parte del presidente reelegido Lukashenko. A éste, conocido último dictador estalinista de Europa, se le atribuyen delitos como la censura, cierre de periódicos y asesinatos de enemigos políticos a manos de escuadrones de la muerte.
Lidia Yermóshina, presidenta de la Comisión Electoral nombrada a dedo por Lukashenko, ha anunciado ya la "convincente victoria" del presidente en las urnas.
Sin embargo, en otro recuento simultáneo organizado por "observadores independientes" mayoritariamente de oposición, el actual presidente ha perdido la elección al obtener sólo el 37% de los voto.
Yermóshina, que ayer dijo en previsión de una escasa participación que "los bielorrusos prefieren recoger patatas a las elecciones", ha declarado que en total acudió a las urnas el 83,85% del total de 7,2 millones de electores.
La jornada electoral, precedida de una campaña de juego sucio denunciada por los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se desarrolló sin incidentes graves violentos y con arreglo al guión previsto de antemano.
Según el representante de la misión de OSCE, que ha supervisado los comicios, estos "no se corresponden con los estándares internacionales de unas elecciones libres y democráticas".
La OSCE ya denunció el juego sucio del presidente en el referendo que convocó en 1996 para prolongar su mandato y en las elecciones parlamentarias del año pasado.
Lukashenko, quien se adelantó a las proyecciones oficiales para proclamarse vencedor, afirmó que su victoria fue "elegante, brillante y hermosa", pese a que de acuerdo con sus pronósticos iba a ganar con un 90% de votos.
Desde la presidencia se denuncia un intento a la yugoslava para derrocar a Lukashenko y provocar un levantamiento popular similar a la caída del dictador Slobodan Milosevic.
Además, el presidente ha advertido a la oposición de que, si trata de cuestionar en la calle el resultado de las elecciones, "cualquier movimiento de su parte será parado sin demora".
Arropado por 5.000 opositores al régimen totalitario y populista, Gonchárik no se desanimó y dijo anoche que "los días de este régimen que nos condena a la miseria están contados".
Pero en un llamamiento a la opinión pública mundial y a Rusia como país del que depende casi todo en Bielorrusia, Gonchárik pidió una segunda vuelta por las "graves violaciones de la legislación" y las "falsificaciones de los resultados".
Durante el día de la votación se produjeron misteriosos bloqueos de portales de Internet independientes, acoso del KGB a cadenas de televisión internacionales e interferencias en las transmisiones telefónicas analógicas y celulares.
Radio Svoboda (Radio Libertad) ha denunciado que todos los jefes de distrito disponen de votos en blanco para realizar una falsificación en cadena si fuera necesario.
Lukashenko llegó por primera vez al Gobierno en 1994.
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