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CONFERENCIA CONTRA EL RACISMO

Suráfrica trata de salvar la cumbre de Durban con un texto que satisfaga a los árabes y a la UE

La primera impresión de los diplomáticos europeos sobre la nueva versión es moderadamente positiva pero los países islámicos insisten en endurecer los términos contra Israel

Suráfrica, país anfitrión de la Conferencia sobre el Racismo de la ONU que se celebra en Durban, ha propuesto un nuevo texto sobre Oriente Próximo en la declaración final del encuentro para intentar acercar las posiciones de los países árabes, partidarios de una condena severa a Israel, y los de la UE, que prefieren una versión más tibia. El lunes Israel y EE UU se retiraron de la reunión por el "lenguaje de odio" contra el Estado Hebreo del primer borrador.

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En principio los diplomáticos de la UE presentes en la reunión han mostrado sus cautelas ante esta revisión del texto. Menos titubeantes, los representantes árabes, que habían exigido la calificación de "país racista" para Israel, parecen no aceptar la nueva versión, según fuentes de la reunión.

El texto revisado evita calificar de racista al Estado de Israel pero a la vez reconoce el dolor del pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación. "Nos preocupa la difícil situación del pueblo palestino bajo la ocupación extranjera y pedimos una paz justa y duradera en la región, en la que todo el mundo conviva y disfrute de la igualdad, justicia y de los derechos internacionalmente reconocidos y de la seguridad", dice la nueva versión según una copia obtenida por la agencia Reuters.

En concreto, el documento reconoce el "inalienable derecho de los palestinos a la autodeterminación", así como el derecho a la segurudad de todos los países de la región, "incluyendo a Israel". Además, el texto reconoce el derecho al regreso voluntario de los refugiados palestinos -algo a lo que Israel se niega rotundamente- y alerta contra la emergencia de sentimientos antisemitas y antiislámicos en diversas partes del mundo.

También se hace una llamada en el texto a los países de la región a que se comprometan con el proceso de paz para la rápida conclusión del conflicto, en el que los palestinos "viven bajo una ocupación extranjera", fórmula esta última con la que no están de acuerdo los representantes de la UE.

Además de mencionar el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, el texto reconoce su derecho a establecer un Estado palestino independiente. En compensación, la declaración recuerda el holocausto judío y pide que nunca sea olvidado.

"Es una concesión mínima a nuestras demandas" ha señalado el portavoz de la Unión Europea, Koen Vervaeke. "Nadie está del todo contento, pero respecto de las versiones previas ha habido un progreso real", ha añadido.

Hasta ahora la conferencia se encontraba atascada ante la imposibilidad de llegar a una declaración final que contentara a todos. Después del abandono de EE UU e Israel, la exigencia de algunos países africanos de obtener reparación, moral y material, por la esclavitud, enconó la posición de los países de la UE, que no están dispuestos a pedir disculpas por los siglos de colonialismo en África.

Pese a todas estas diferencias, la conferencia ha sido calificada como un hito en el combate contra el racismo. Una fuente no identificada ha confesado a la agencia France Press que, en cualquier caso, la declaración final se presentará en términos taxativos: "o lo tomas o lo dejas".

Un grupo de manifestantes gitanos protesta contra el racismo en Durban.
Un grupo de manifestantes gitanos protesta contra el racismo en Durban.AP

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