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INDONESIA

La nueva presidenta de Indonesia se reúne con los principales dirigentes para formar Gobierno

Mientras, permanece atrincherado en el palacio presidencial el anterior jefe de Estado, el anciano Abdurrahman Wahid

La Asamblea Consultiva del Pueblo, máximo órgano legislativo de Indonesia, votó ayer por mayoría la destitución de Wahid, lo que llevó a la jefatura del Estado a la vicepresidenta Megawati, que había ganado por mayoría las elecciones del 99 pero a la que Wahid arrebató el poder con el apoyo de los partido musulmanes.

La decisión de la Asamblea puso ayer fin a los 21 meses de mandato de Wahid, acusado de corrupción e incompetencia y cuya decisión de declarar el estado de emergencia fue rechazado por anticonstitucional por los legisladores indonesios.

En su discurso, tras jurar el cargo ante la Asamblea, Megawati lanzó un llamamiento a la unidad nacional para impedir la desintegración del país y hacer frente a la crisis económica. De hecho, Megawati ya ha inciado los contactos y ha dedicado toda la mañana a recibir y reunirse con los principales dirigentes del país para formar un Gobierno, que espera anunciar mañana, capaz de solucionar los graves problemas socioeconómicos y los conflictos provinciales.

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Por su parte, la Asamblea Consultiva del Pueblo tiene hasta mañana para presentar a sus candidatos a la vicepresidencia del país en la Asamblea Consultiva del Pueblo, cuyos 700 diputados votarán después por uno de ellos.

El Golkar, el segundo partido de la nación y con el que gobernó el general Suharto durante los 31 años de su mandato, presentará a Akbar Tandjung, el presidente de la Asamblea Nacional (Cámara Baja).

El Partido Unido para el Desarrollo (PPP), el tercero en número de escaños, propondrá a su presidente, Hamzah Haz. La formación de la nueva jefa del Estado, Megawati Sukarnoputri, y la que tiene más diputados en la cámara, el Partido Democrático de Indonesia para la Lucha (PDI-L), aún discute a quién inscribir. Según las regulaciones del máximo órgano legislativo de Indonesia, cada candidato deber ir avalado por al menos 70 parlamentarios.

En tanto, Wahid permanece en el palacio presidencial de Yakarta, rodeado por fuertes medidas de seguridad y algunos centenares de seguidores del ex presidente, sin que hasta el momento se hayan registrado actos de violencia. El transcurre en calma y sin signos de que los seguidores de Wahid vayan a defender a su ídolo.

Los principales partidos políticos y los cuerpos de seguridad, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como el poder Judicial, respaldan a Megawati.

El presidente de la cámara alta, Amien Rais, uno de los más decididos enemigos de Wahid, ha declarado a la agencia indonesia Antara que "obligarle a salir (del palacio que ha ocupado durante los últimos 21 meses) no sería humano".

La posición de la nueva presidenta respecto a su predecesor consiste en "tratar de convencerle gradualmente" de la conveniencia de aceptar el cambio de liderazgo decidido por el poder Legislativo.

Con más de 200 millones de personas repartidas por las 13.000 islas del archipiélago, Indonesia, el país musulmán más poblado y el cuarto del mundo en número de habitantes, sufre una larga crisis de conflictos separatistas y sectarios.

La llegada a la presidencia de Megawati, hija del héroe de la independencia y primer presidente indonesio, el general Sukarno, ha tenido una buena acogida por parte de la comunidad internacional. Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y China, además de la ONU

y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), se han ofrecido a cooperar con la hija mayor de Sukarno y han expresado su gran interés por la estabilidad y la unidad de la cuarta nación más poblada del mundo.

El secretario general de la ONU , Kofi Annan, declaró ayer que espera que "la nueva presidenta tenga éxito y que los cambios por los que atraviesa el país sean pacíficos y democráticos".

En similares téminos se expresaron la Casa Blanca, la Comisión Europea, Pekín y la ASEAN, el bloque regional que integra al Sudeste Asiático y para el que la estabilidad del mayor país del área es vital para sus planes de integración económica.

De momento, la divisa indonesia, la rupia, se cotizó a 10.000 unidades frente al dólar, su cotización más alta desde el pasado marzo, y el mercado de valores ha proseguido hoy en la apertura la buena marcha iniciada ayer.

Megawati, quinta jefe de Estado de Indonesia y muy popular entre la población pero denostrada por el élite política por su escasa experiencia política, permanecerá en el cargo hasta el final del mandato constitucional en el 2004.

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