Sharon pide a los líderes europeos que presionen a Arafat en su primera gira por la UE

El objetivo del viaje de Sharón, de sólo 24 horas, es "aumentar la comprensión de nuestra posición en dos países europeos muy importantes", según su asesor para asuntos exteriores, Danny Ayalón.

Pero no lo tiene fácil, ya que la UE es una de las organizaciones más críticas con la postura israelí en el conflicto. De hecho, la UE exigirá a Sharon que aplique el Informe Mitchell de pacificación, completo y lo antes posible.

Enviados del Mosad

Para conseguir el apoyo europeo, emisarios de los servicios secretos israelíes, el Mosad, han realizado una visita previa a Berlín y París para llevar "documentos confidenciales que prueban la relación directa de Arafat con actos de terrorismo", según han informado "altas fuentes de la defensa nacional" citadas por la radio israelí.

Aunque en un principio estaba previsto que visitara también Bélgica, país que preside desde el pasado 1 de julio la Unión Europea (UE), la escala de Bruselas ha sido finalmente eliminada oficialmente por razones de calendario, pero sobre todo por la investigación judicial que se le ha abierto a Sharon allí por presuntos crímenes de guerra.

Pero Sharon se entrevistará con el ministro de Asuntos Exteriores belga, Louis Michel, en Berlín. El primer ministro israelí se reunirá también con el canciller alemán, Gerhard Schröder, con el presidente, Johannes Rau, y con el titular de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, durante su estancia en Berlín. En París, Sharon se entrevistará con el presidente Jacques Chirac y con el primer ministro, Lionel Jospin.

Ésta es la primera gira de Sharon a la UE y fue aplazada el mes pasado tras el atentado de un suicida palestino en una discoteca de Tel Aviv que causó 21 muertos.

Boicot de la iultraderecha

Mientras tanto, la amenaza de una crisis de Gobierno planea sobre el Ejecutivo israelí. La continuación de la violencia en los territorios palestinos, más de nueve meses después del inicio de la Intifada, cuatro meses después de asumir Sharon la jefatura de Gobierno y tres semanas después de acordarse un alto el fuego, empieza a hacer mella en la coalición gubernamental.

Las divisiones afloran, sobre todo, desde el flanco de la ultraderecha, representada en el gobierno por la Unión Nacional-Israel Beitenu y el sector más radical del Likud, y desde el otro extremo por el laborista ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres.

Este último llegó a amenazar esta semana con abandonar la coalición de Gobierno, si se aprobaban medidas drásticas militares contra objetivos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en respuesta a la continuación del levantamiento palestino.

La ultraderecha, por el contrario, exige a Sharón más mano dura en respuesta a los asesinatos de colonos judíos por milicianos palestinos. Los ministros Rehavan Zeevi y Avigdor Lieberman han anunciado hoy que no abandonarán la coalición pero que boicotearán las reuniones del Ejecutivo.

El jueves mismo, dos palestinos han resultado heridos durante la noche por disparos de la artillería pesada israelí contra el campo de refugiados de Yebna, en el sur de la franja de Gaza.