Ocho niños mueren apuñalados en un colegio de primaria de Osaka
El agresor declara haber matado a los escolares para ser condenado a muerte tras su intento frustrado de suicidio
El ataque se ha producido a media mañana mientras los alumnos de la escuela primaria de Ikeda, un suburbio de Osaka, estaban en las aulas. Según la policía, el agresor, cuya identidad se desconoce, ha asestado puñaladas indiscriminadamente entre los alumnos. Alertadas por teléfono, las fuerzas de seguridad han acudido al colegio y han logrado reducir y capturar al agresor cuando ya había herido a 26 niños de corta edad y a tres profesores.
"Estábamos escuchando un mensaje por megafonía y se interrumpió por un grito y un ruido que parecía un pupitre cayendo", ha explicado a la televisión local una alumna de sexto grado. "Después escuchamos a alguien que gritaba a lo lejos 'corred'". "Ví a alguien que caía, luego ví sangre", ha explicado un compañero.
Las autoridades han informado de que los ocho niños fallecidos pertenecen a una de las clases del segundo grado, de siete y ocho años de edad, y han sido trasladadas a un centro hospitalario de las cercanías. El agresor, de 37 años de edad, ha entrado sucesivamente en cuatro aulas durante el descanso entre clases a las 10.15 horas (01.15 GMT) y ha atacado con un cuchillo de una hoja de 15 centímetros a los pequeños y los profesores. El autor de los homicidios ha resultado herido y se encuentra bajo vigilancia policial en un hospital.
La televisión pública NHK ha informado que el atacante, identificado por la policía como Mamoru Takuma, ha declarado a los agentes que se había intentado suicidar en varias ocasiones y, al no ser capaz de llevar a cabo este acto, había optado por matar a estos escolares para ser condenado a muerte.
La pena capital, mediante el método de la horca, existe en Japón desde hace siglos y se aplica en diecisiete ofensas del Código Penal vigente.
Sobredosis de tranquilizantes
Según la policía, el agresor posee un amplio historial de enfermedades mentales y ha actuado bajo los efectos de una sobredosis de tranquilizantes.
Los agentes han logrado identificar a Takuma por su carné de conducir y le han descrito como un sujeto que al parecer no terminó la escuela secundaria, pasó un tiempo en las Fuerzas de Autodefensa (el Ejército japonés), y trabajó después como conductor de autobuses urbanos.
En 1998 Takuma agredió a su esposa y un año después fue arrestado por poner tranquilizantes en el agua de un termo eléctrico que había en la escuela donde trabajaba, lo que intoxicó a cuatro personas.
El Gobierno japonés ha movilizado unas fuerzas de emergencia, dirigidas por el ministro de Educación, Atsuko Toyama, y las ha enviado a Ikeda.
Se trata de un crimen sin precedentes en Japón. El único suceso de características similares se produjo en 1998, cuando un niño japonés de 13 años asestó a su profesora varias puñaladas que le causaron la muerte.
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