El príncipe heredero de Nepal mata a toda su familia tras una discusión sobre su matrimonio

Ningún dignatario extranjero ni diplomáticos acreditados en la ciudad han sido invitados a los funerales de Estado del rey Birendra, su esposa, la reina Aiswary, y de otros tres miembros de la familia real contra los que el príncipe disparó una lluvia de balas durante una cena familiar en el comedor del palacio.

Los cadáveres han sido incinerados según el ritual hindú, religión de los monarcas y del 90 % de la población nepalí, en el templo de Pashupatinath, centro de peregrinación de muchos devotos que lo consideran el lugar más sagrado del reino, en un suburbio de Katmandú.

Un sacerdote real ha encendido las piras levantadas en las márgenes del río sagrado Bagmati, hasta las que han sido transportados los cadáveres en parihuelas a hombros de ciudadanos y cubiertos por lienzos sobre los que han sido depositadas guirnaldas de flores, siguiendo también la tradición hindú.

El monarca Birendra reinaba en el país desde 1975

El coche del primer ministro, Girija Prasad Koirala, ha sido apedreado por algunos ciudadanos, pero el cortejo fúnebre ha discurrido en calma y no se ha informado de que en la capital ocurrieran incidentes.

Mientras, en el hospital militar del que ha partido el cortejo continúa en estado de coma y declarado clínicamente muerto el príncipe parricida de 30 años, que fue nombrado hoy rey por el Consejo de Estado durante una reunión de emergencia.

Aunque un portavoz gubernamental ha afirmado en principio que trece miembros de la familia real habían sido asesinados por el príncipe heredero, la agencia oficial de noticias nepalí RSS informó después de que habían perdido la vida los reyes, una hija y un hijo del monarca y otro miembro de la familia.Otras informaciones han elevado a ocho los muertos, incluidos los reyes.

Todavía no se ha facilitado una versión oficial de los sangrientos sucesos, aunque según fuentes próximas al Gobierno, una disputa del príncipe con su familia sobre su boda y la elección de su novia ha sido el motivo de la matanza.

Al parecer, de acuerdo con esas fuentes,tras una discusión en la cena, el joven Dipendra entró con un rifle en uno de los salones del Palacio de Narayan Hiti en Katmandú a las 22.40 hora local (14.55 hora peninsular española) del viernes y disparó contra todos los presentes, padres, hermanos y tíos suyos, para terminar pegándose un tiro. El magnicida no murió en el acto, y aún pudo ser trasladado con vida al hospital militar de Katmandú, donde se encuentra "clínicamente muerto".

El Gobierno nepalí ha declarado cinco días de luto nacional en señal de duelo por la muerte de la familia real, que reflejará también la bandera nacional izada media asta durante 13 días.

Los mensajes de condolencia han llegado de todo los países del mundo. La India, país vecino, ha declarado tres días de luto nacional y los gobiernos de otros países de la zona, como Bangladesh y Sri Lanka han hecho público su profundo pesar.

La familia real británica ha expresado también sus condolencias y el presidente estadounidense George Bush, en un comunicado emitido en Camp David, ha subrayado la profunda tristeza que le había causado la muerte del rey y de su familia, mientras que el Papa Juan Pablo II ha enviado un mensaje de pésame al monarca en funciones.

Reunión del Consejo

El Consejo Privado Nepalí se reunió inmediatamente después de conocer la tragedia para elegir al sucesor de la corona. Paradójicamente, el supuesto autor de la matanza, en coma irreversible, ha sido elegido rey en sustitución de su padre. En todo caso, como por la gravedad de su estado no podrá reinar hará funciones de regente Gyanendra, de 54 años, hermano menor del rey y uno de los pocos miembros de la familia real que ha sobrevivido a la tragedia.

Gyanendra, se encuentra fuera de la capital, pero se ha enviado un helicóptero para que vuelva lo antes posible y haga frente a la crisis.

Heredero de una monarquía absoluta que mantenía sus rasgos medievales, Birendra se enfrentó en 1990 a violentos disturbios en demanda de libertades políticas, lo que le obligó a permitir el multipartidismo.

Sin embargo, la monarquía es muy popular en Nepal -muchos creen que el rey es reencarnación del dios hindú Visnu- y, con ocasión del 55 cumpleaños del monarca, el pasado diciembre, cientos de personas salieron a las calles de Katmandú para venerar a Birendra.

El país se enfrenta actualmente a un grupo insurgente maoísta, que no parece poner en peligro el régimen pero ataca y mata con frecuencia a agentes de policía: en los últimos cinco años la guerrilla ha asesinado a cerca de 1.600 personas.

La guerrilla, que dice contar con 25.000 miembros, lucha contra los terratenientes y la corrupción, en uno de los diez países más pobres del mundo, donde la renta per cápita está en torno a 200 dólares anuales. Con una extensión de 140.000 kilómetros, Nepal tiene una población de 21 millones de habitantes mayoritariamente hinduistas y budistas.