El ex ministro francés Charles Pasqua, procesado por financiar ilegalmente su campaña electoral
Pasqua está acusado de aceptar donaciones no conformes con el código electoral
"Hemos aportado mis abogados y yo las pruebas de que no es cierto lo que se me imputa", ha manifestado Pasqua a los periodistas al término de su comparecencia ante los jueces.
Pascua está citado de nuevo a testificar mañana ante los mismos magistrados, por un sumario sobre la venta de armas a Angola.
En los comicios de 1999, el ex ministro del Interior era cabeza de lista con el ultraderechista Philippe de Villiers. Este último, que rompió con Pasqua en 2000, declaró voluntariamente ante los jueces en enero pasado y denunció las "operaciones irregulares" de financiación que, según dijo, había detectado.
Además de esta investigación, los magistrados instruyen también otra contra desconocidos por "financiación ilegal" del RPF.
Las dos investigaciones fueron abiertas el pasado día 19 de abril, tras la investigación de un supuesto caso de tráfico de armas a Angola en la década de los 90.
Surgido el pasado verano como un simple asunto de fraude al fisco, en este sumario han sido procesados, entre otros, Jean-Christophe Mitterrand, primogénito del fallecido ex presidente francés el socialista Francois Mitterrand, y uno de los asesores de este último, Jacques Attali.
También fue procesado la pasada semana el eurodiputado del RPF, ex colaborador de Pasqua y antiguo prefecto (delegado del Gobierno) de Var (sur de Francia) Jean-Charles Marchiani.
El único imputado en este sumario que aún permanece en prisión es el directivo de la sociedad de venta de armas Brenco Internacional, el hombre de negocios franco-brasileño Pierre Falcone, considerado una de las piezas clave de la venta de armamento procedente de Europa del Este.
Los nombres del primogénito de Mitterrand, Pasqua y de otros aparecieron en disquetes informáticos confiscados durante un registro efectuado en el domicilio de la secretaria de Falcone, quien también está procesada en el sumario sobre el supuesto tráfico de armas. Los despachos de Pasqua y Marchiani también fueron inspeccionados por los magistrados Courroye y Presvot-Désprez.
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