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ARGENTINA

La boda triste de Menem

El matrimonio del ex presidente argentino con una ex Miss Universo chilena se vio deslucido por sus problemas con las justicia y su familia

Lejos de la fastuosidad anunciada por la bella Bolocco el mes pasado, los festejos no pasaron de un elegante ágape para familiares y amigos en la residencia del gobernador riojano, y de un nada glamouroso pero multitudinario encuentro popular en el estadio de baloncesto del equipo de la ciudad. Para Menem fue un día de ausencias: las de dos de sus mejores amigos, presos por una causa que también puede ponerlo a él tras las rejas, y la de su hija Zulema, que se ha quedado en Buenos Aires despotricando contra su padre y su nueva madrastra.

La novia había prometido una fiesta “de tres días y tres noches”. Él había preparado durante meses y al detalle la mansión de Anillaco, su pueblo natal, para recibir a más de 800 invitados. No pudo ser. Las detenciones de su ex cuñado Emir Yoma y de su íntimo amigo y multiministro Antonio Erman González, que ocupó cuatro carteras durante la presidencia de Menem, ensombrecieron las ganas de fiesta del novio. El golpe de gracia lo dio el miércoles pasado su hija: la casona de Anillaco, un pueblo de 1.500 habitantes cercano a La Rioja, está registrada a su nombre y, a través de una carta documento, le prohibió a su padre casarse allí. Menem no tuvo más remedio que aceptar el ofrecimiento del gobernador riojano para realizar la boda en la capital provincial.

Menem —“ni de smoking ni de gaucho”, como había anunciado el jueves— lució un sobrio traje color mostaza y corbata marrón oscura. La Chechi, sobrenombre oficial de Bolocco en Chile, llevaba un vestido marfil de la diseñadora colombiana Silvia Scherassi. Después de la breve ceremonia civil y de compartir con sus íntimos vino blanco y champagne de las bodegas Menem, los novios salieron a saludar a la prensa con cortesía y educación. Más de 200 periodistas (sobre todo argentinos y chilenos, pero también mexicanos, brasileños y estadounidenses) y otros tantos curiosos se daban de codazos por una frase. Los cronistas de la prensa del corazón pidieron a Menem y Bolocco que se besaran en los labios, algo que no han hecho hasta ahora en público, pero no tuvieron éxito.

De allí, cerca de la una y media de la tarde, Menem, su esposa y los 150 invitados se dirigieron al homónimo Polideportivo Municipal Carlos Saúl Menem, donde los esperaban alrededor de 5.000 personas que saltaban y coreaban el nombre del ex presidente. Si la popularidad de Menem en Argentina ha caído en picado desde que abandonó la presidencia, en 1999, no ocurrió lo mismo en la provincia de La Rioja, de la que ha sido tres veces gobernador y donde sigue gozando de un prestigio y un cariño enormes.

La relación entre Menem y Bolocco ha causado un gran revuelo en Argentina y Chile, e incluso ha desempolvado viejos resquemores entre ambos países que ya parecían olvidados. La última polémica la causó hace dos semanas la que fuera Miss Universo en el año 1987 —y heroína nacional del Chile tardopinochetista—, cuando una foto suya, en la portada de una revista femenina, empapeló las paredes de Buenos Aires. En la foto, Bolocco lucía vestida únicamente con una estola de piel de conejo con los colores de la bandera argentina, algo que desató airadas protestas en algunos sectores nacionalistas. “¿Cómo una chilena puede hacer una cosa así con nuestra bandera?”, se quejó en un programa de televisión un veterano diputado peronista.

Primera dama

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Los chilenos parecen disfrutar más con todo el asunto. Sobre todo por la posibilidad —eso sí, cada vez más remota— de que Bolocco pueda convertirse en 2003, año de elecciones generales, en la primera dama de Argentina. Bolocco sabe que esto pone los pelos de punta a mucha gente, pero en vez de amilanarse, ha preferido contraatacar, y en sus últimas apariciones públicas —no ayer, cuando volvió a dejarse el pelo rubio largo hasta la cintura— ha mostrado sin disimulos un aire CFEvita Perón que ha hecho ladrar de nuevo a los guardianes del peronismo ortodoxo.

No habrá viaje de bodas o, si lo hay, será más bien modesto. Menem y Bolocco tenían planeado un viaje a Brasil, Suiza y Siria (de donde proviene la familia del ex presidente), pero desde el jueves pasado el novio no puede abandonar el país, en el marco de la causa donde se lo investiga por contrabando de armas a Croacia y Ecuador. Menem le quita importancia: “No importa, nos vamos a Buenos Aires, que también es una ciudad bellísima”.

REUTERS

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