Ocho detenidos tras la muerte de 30 personas en el hundimiento de un edificio en Jerusalén

Las labores de rescate prosiguen en el lugar de la catástrofe y no se descarta que puedan aparecer más cuerpos sin vida entre los escombros del edificio. Se calcula que al menos una docena de personas permanecen aún sepultadas.

Un portavoz de la policía ha dicho que los cuatro dueños de la sala junto a los dos constructores y un ingeniero de la misma han sido interrogados para esclarecer las causas del suceso.

Las tareas de rescate podrían durar entre 24 y 75 horas, ya que los equipos se ven obligados a retirar a mano los cascotes para no ocasionar daños a las personas que se encuentran bajo las ruinas.

El propietario de la sala de fiestas, Meir Balilti, ha reconocido que hace cuatro meses encargó unas obras en el local principal que pudieron haber propiciado la catástrofe de hoy. Balilti -siempre según la televisión Canal 2-ha reconocido ante la policía que hizo retirar varias columnas para dar más amplitud a la sala de baile, todo ello sin los pertinentes permisos municipales, lo que, según el canal televisivo, pudo ser la causa del desplome.

El ministro del Interior asegura que su departamento investigará inmediatamente las causas del accidente, así como las supuestas denuncias registradas hace dos semanas de que el suelo de la tercera planta "temblaba" o la más reciente de que unos trabajos de mejora en la segunda planta habían dañado estructuralmente el edificio.

"Hay docenas de personas que todavía están atrapadas entre los escombros, estamos haciendo todo lo posible para liberarlos, ya hemos evacuado a docenas de personas", ha señalado Mickey Levy, miembro de los equipos de rescate, y ha añadido que harán falta tres días para sacar a todas las personas sepultadas.

"Había 650 invitados a la boda", ha señalado un miembro de la familia Dror, cuyo hijo se estaba casando en el salón.

"No oímos el ruido de una bomba ni nada por el estilo, pero de pronto la gente de los pisos superiores cayó sobre nosotros, junto al hormigón del techo", ha afirmado este integrante de la familia al periódico Haaretz.

"Estábamos bailando, el techo se colapsó y empezó a caer gente sobre nosotros", ha afirmado Shiri, un invitado a la boda. El salón de bodas de tres pisos se encuentra en Belén Road, en el área industrial del vecindario de Talpiot, en Jerusalén.

El jefe de Magen David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja, Avi Zohar, ha precisado que ya habían sido evacuados 280 heridos, pero que todavía había muertos y personas con vida entre los escombros.

Los servicios de urgencias de los hospitales de Jerusalén se encuentran desbordados, y se han solicitado ambulancias a todo el país para ayudar en rescate de los heridos o muertos.

Desde el principio se ha descartado que el derrumbamiento se debiera a un atentado aunque en un principio algunos testigos presenciales dijeran que en el momento de la tragedia habían oído una explosión, numerosos viandantes han asegurado que lo que se ha escuchado ha sido el estruendo del edificio al desplomarse. Tanto la policía como el alcalde de Jerusalén, Ehud Olmert, desplazado al lugar han confirmado que se trataba de un accidente.

Muchos de los heridos son familias completas y numerosas personas tratan ahora de encontrar a sus parientes.

Los testigos han asegurado que el desplome de la quinta planta del edificio sobre la cuarta, y de ésta sobre la tercera, y así sucesivamente, se ha debido a que el centro de la pista de baile ha cedido al peso de las numerosas personas que estaban bailando en ella.

Tras el accidente y pese al violento enfrentamiento que desde hace ocho meses mantienen israelíes y palestinos, la Autoridad Palestina (AP), que preside Yaser Arafat, ha expresado su pesar por la tragedia.

En un comunicado difundido esta mañana en Gaza, los líderes palestinos han lamentado el accidente y han ofrecido ayuda a las autoridades israelíes en las labores de rescate.