Alemania y Francia reafirman su negativa a debatir el reparto de fondos propuesto por España

"No ha habido nada. Seguiremos los contactos", ha informado a la prensa un diplomático que ha asistido a la reunión extraordinaria del Comité de Representantes Permanentes (Coreper) en la que se analizó el último texto de compromiso.

El embajador francés, Pierre Vimont, ha solicitado un período de reflexión, antes de examinar nuevas propuestas, para dar tiempo a que se calmen los ánimos en las capitales, según fuentes comunitarias.

El representante permanente español, Javier Conde, se ha limitado agradecer a la presidencia su esfuerzo por encontrar una respuesta a las preocupaciones expresadas por España.

El texto rechazado invitaba a la Comisión Europea a analizar en profundidad "las consecuencias económicas, sociales y estadísticas de la ampliación" respecto a las ayudas estructurales.

Esta alusión al problema planteado por el memorando del presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha sido considerada excesiva por un grupo de delegaciones, encabezado por Alemania y Francia.

Italia, por el contrario, se ha alineado de forma explícita con las tesis españolas y, por primera vez, ha pedido más respecto a las garantías de que las regiones beneficiarias de las ayudas de la UE continuarán recibiendo fondos comunitarios después de la ampliación.

Existencia de un problema

España exige que se reconozca al menos la existencia de un problema con las ayudas regionales ligado al futuro ingreso en la UE de una docena de países con rentas inferiores en su mayoría a la media actual.

El ingreso de esos socios provocará que ciertas regiones consideradas hoy pobres dejen de percibir de golpe, debido a una convergencia de carácter meramente estadístico, las millonarias ayudas para el desarrollo con cargo a los fondos estructurales y de cohesión.

La última propuesta de la presidencia sueca invitaba a la Comisión a presentar a los Quince un documento relacionado con este problema "antes de finales de año", como parte del trabajo de preparación del tercer informe anual que el Ejecutivo comunitario deberá elaborar sobre los avances de la cohesión económica y social dentro de la UE.

Dicho análisis deberá realizarse "sin prejuzgar las siguientes perspectivas financieras de la Unión" y "a la luz de las disposiciones relevantes del Tratado".

El texto propuesto por la presidencia sueca también reconocía que "las preocupaciones justificadas de algunos estados miembros" en relación con el proceso de ampliación "deben ser tenidas en cuenta", dentro del respeto pleno al artículo 2 del Tratado.

Dicho artículo enumera las misiones de la Comunidad, entre las que figura la promoción de la cohesión económica y social y la solidaridad entre los estados miembros.

La delegación alemana también se opuso, según las fuentes, a esta referencia al artículo 2 del Tratado.

El bloqueo en el punto relacionado con el memorando español ha vuelto a impedir que se cerrara la posición negociadora de los Quince sobre el capítulo de la libre circulación de personas, donde Alemania y Austria quieren imponer moratorias de hasta siete años para los trabajadores del Este.